El denodado empeño para llevar adelante el cumplimiento de los planes económicos y técnicos con mayor eficiencia en la producción y la calidad en el servicio al pueblo ante el recrudecimiento del férreo bloqueo imperialista sobresale entre las principales motivaciones de las actividades por el Día del petrolero, que cada año acontece el primero de julio.
Convocada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas (SNTEM) y la Unión Cuba-Petróleo, la jornada abarca a las 28 entidades de tan importante rama a cargo de la exploración, explotación de yacimientos, refinación, distribución del crudo y sus derivados y gestión comercializadora.
En los colectivos, municipios y provincias serán agasajados los trabajadores y trabajadoras con 25 y 20 años de labor ininterrumpida y destacada quienes recibirán la Distinción Ñico López. También se reconocerá a los innovadores y racionalizadores por su valioso aporte a la sostenibilidad de talleres, industrias y equipos, así como en la aplicación de soluciones frente a los obstáculos ocasionados por el férreo bloqueo imperialista contra Cuba.
La celebración transcurrirá en el contexto del Décimo Aniversario de la fundación del SNTEM y será momento propicio para promover la iniciativa y creatividad en el embellecimiento de los centros de trabajo, nuestras entidades, realización de conversatorios sobre la trayectoria del sector, la obra de sus mártires y visitas a lugares históricos.
La Empresa Distribuidora de Combustible, de la provincia de Matanzas, acogerá el cierre de la jornada por la efeméride instituida en el 2014 y celebrada por primera vez desde el 2015.
El primero de julio de 1960 la refinería Esso Standard Oil con el propósito de boicotear a la economía cubana rechazó la refinación de un cargamento de crudo a bordo de un buque soviético en la bahía de La Habana.
Ese día, el Gobierno Revolucionario en un gesto soberano decretó la nacionalización de esa entidad de propiedad norteamericana.
