Mucha es la presión que sienten los mandos militares ucranianos en sus intentos por llevar adelante una contra-ofensiva contra Rusia, al lograr solo el fracaso como resultado, con considerables pérdidas humanas y de técnica militar.
Preocupa a especialistas que siguen de cerca el conflicto el giro que ha tomado en las últimas semanas las acciones militares, dirigidas prioritariamente a objetivos civiles e instalaciones que, de ser destruidas, provocarán catástrofes.
Expertos en la materia consideran que del fracaso o la victoria en sus ataques dependerá la continuación de la multimillonaria ayuda en armas a Kiev.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció como comenzada la contraofensiva que Ucrania llevaba meses prometiendo, al tiempo que destacó la falta de éxito de las fuerzas ucranianas en todas las direcciones de ataque.
«Se puede constatar con certeza que la ofensiva ucraniana ha comenzado. Eso es lo que indica el uso de reservas estratégicas» de las Fuerzas Armadas de Ucrania, declaró.
El mandatario señaló que Ucrania ha sufrido pérdidas significativas en los últimos días. Se sabe que en las operaciones ofensivas las bajas son aproximadamente de tres a uno. Es algo clásico, pero en este caso es mucho mayor que este indicador», dijo el presidente a periodistas.
Objetivo “militar” una central nuclear
Este fin de semana vehículos aéreos no tripulados ucranianos intentaron «desestabilizar la situación» en el área de la central nuclear de Zaporozhie, denunciaron los servicios de seguridad de la provincia rusa del mismo nombre.
Las autoridades detallaron que, que volaban hacia la planta de Zaporozhie y fueron neutralizados con equipos de guerra electrónica. Los drones fueron posteriormente examinados por ingenieros de artefactos explosivos y destruidos.
“Observamos que Ucrania explosionó la hidroeléctrica de Nóvaya Kajovka para distraer al mundo de los fracasos de una contraofensiva publicitada», se informó mediante un comunicado de las autoridades locales, donde se afirma que “Kiev necesita otra catástrofe, esta vez nuclear, de la que volverán a culpar a Rusia».
El documento hace referencia al ataque ucraniano a la hidroeléctrica de Kajovka la madrugada martes 6 de junio, que causó rupturas en la represa e inundaciones masivas en ambos lados del río Dniéper, provocando evacuaciones a gran escala en la zona.
La prensa estadounidense y de Europa occidental culpa a Rusia y no a Ucrania de esta acción,
Segundo objetivo un campamento infantil
Poco después otro hecho demuestra la desesperación de los servicios especiales ucranianos.
Un funcionario ruso escribió que “una nueva confirmación de la barbarie y la inhumanidad del régimen de Kiev, controlada desde Londres: restos del misil Storm Shadow dirigido contra el campamento infantil Dnepryany», precisando que los números y marcas de los restos de los misiles muestran claramente que se trata precisamente de proyectiles británicos.
Uno de los misiles fue derribado por la defensa antiaérea, pero los otros dos impactaron contra la instalación civil.
“Los misiles volaban a Berdiansk, pero luego fueron redirigidos deliberadamente a un campamento infantil. «Todo ello a pesar de que ya había comenzado la temporada estival de vacaciones para los escolares. Cohetes que llevan la muerte a los niños», denunció.
Las autoridades locales detallaron que en el centro recreacional, ubicado en el distrito de Gueníchesk, se alojaban personas evacuadas de las zonas inundadas tras la ruptura de la represa de Kajovka.
El fracaso de los primeros intentos de romper las defensas rusas provocan evidentemente la desesperación y llevan a acciones cada vez más peligrosas para civiles y centros vitales rusos, con la evidente intención de mostrar en la gran prensa “avances” , como un reciente titular de un periódico español que, titulaba la información de su enviado especial como “Moscú bajo las bombas”.