Ante limitaciones para importar piezas de repuesto y materias primas esenciales en el actual contexto económico, la Empresa de Materiales de la Construcción de Holguín (Médano) apuesta por la innovación en sus maquinarias y procesos productivos, con insoslayables resultados.
Un buen ejemplo, valorado por la presidencia de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), es la UEB Holguín de Médano, que tiene varias producciones nacidas del ingenio colectivo y ha introducido modificaciones en su equipo productor de bloques, ubicado en la localidad de Aguas Claras, que ahora reporta una eficiencia superior a la que se lograba con las piezas originales de esa industria.
Así lo corrobora Antonio Mulet Flores, director de la UEB, quien destaca que se le han realizado varias innovaciones a las «ponedoras» de bloques para continuar con la producción de estas estructuras, en las modalidades de bloque de carga, para divisiones y de cerramento.
«Se trata de máquinas viejas que por su uso se les ha debido hacer, con la creatividad y el ingenio de operarios y técnicos, innovaciones y adaptaciones con otras piezas existentes en el país, ya sean de uso o nuevas, y con las cuales están funcionando a alta capacidad y con mejor eficiencia incluso que con las piezas originales», resalta el directivo.
Las adaptaciones realizadas por los 106 aniristas del centro y que permiten la continuidad de aportes al Programa de la Vivienda y diversas labores constructivas abarcan intervenciones en el sistema de mando automático de la llamada ponedora, en sus motores de guía y traslado, y en los propios neumáticos que usa el equipo, que son de un material especial, pero que han tenido también soluciones endógenas y certeras, a partir de polietileno fundido y acero.
La unidad holguinera logra asimismo producir morteros que sustituyen importaciones, tales como el mortero de cola para enchape de baños y mesetas y el mortero rejuntado; y ha podido, además, crear piedras de esmeril para el pulido de baldosas, elementos que normalmente deben importarse desde Italia.
Mulet Flores pondera igualmente la producción de un extensor de cemento hecho a base de materiales existentes en el municipio cabecera, como lo son la zeolita y el feldespato, realidad que aumenta las posibilidades productivas y anula en este caso las necesisades de importación.
«Este extensor le da al cemento un 30 por ciento más de eficiencia, y con él hacemos bloques también. Así que crece la cantidad de bloques con igual cantidad de cemento», subraya el director.
Muy alentadora es también la idea que se impulsa desde la UEB para favorecer a las personas con pisos de tierra. «Hoy estamos incursionando en suplir los más de 30 mil pisos de tierra existentes en la periferia de Holguín con una losa de terrazo, una producción nueva, que es un mosaico de 50 por 50 por 30 de espesor y estucada con pigmento.
«¿Qué pretendemos? Hacer una especie de combo con los metros de loza y su equivalente en mortero grueso para el enchape y en montero rejuntado para la junta. El cliente va a tener un piso completo, nada más le faltaría la mano de obra».
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