Icono del sitio Trabajadores

Día Mundial del Medio Ambiente: Empeño en favor de la vida

“Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”, es la frase con la que, según se afirma, el almirante Cristóbal Colón resumió la impresión que le ocasionaba la naturaleza de Cuba tras contemplar su exuberante belleza, al llegar por vez primera a nuestro país en el lejano 1492, momento en el que, también se dice, desde un extremo hasta el otro se cubría de bosques el archipiélago cubano.

 

Desde edades tempranas se fomenta en Cuba la educación y cultura por la protección del Medio Ambiente. Foto: Tomada del periódico ¡ahora!

 

Sin embargo, la desenfrenada explotación de nuestras riquezas naturales dejó en el olvido lo dicho por el llamado descubridor de América, y ya en 1959 tan solo el 13,6 % del territorio nacional estaba cubierto por bosques. Fue precisamente en aquel propio año, tras triunfar la Revolución, que Cuba emprendió su primer gran proyecto a favor de la naturaleza: el de la repoblación forestal.

El programa de reforestación ha mostrado un crecimiento sostenido de nuestros bosques. En cuanto a las estadísticas, la superficie boscosa más que se duplicó desde entonces, al pasar a ocupar el 31,8 % del territorio nacional; y el país está comprometido en elevar al 33 % su cobertura forestal para el 2030”.

Los bosques, valga destacarlo, son un factor clave para preservar la biodiversidad planetaria y un medio ambiente saludable; y como sumideros naturales que son de los gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, resultan indispensables para enfrentar esa grave amenaza que hoy pende sobre la vida toda en la Tierra.

Estudios científicos ratifican que el clima en Cuba es cada vez más cálido y extremo; se observa gran variabilidad en la actividad ciclónica, ha cambiado el régimen de lluvias y se incrementa significativamente la frecuencia y extensión de las sequías, entre otros dañinos efectos.

Ante el trastorno climático y sus nefastas perspectivas, el país ha emprendido diversos planes para beneficiar la naturaleza, la población y la economía, concentrándose los esfuerzos en el Plan de Estado conocido como Tarea Vida, aprobado en el año 2017. Este incluye importantes objetivos, acciones para enfrentar el cambio climático, contrarrestar afectaciones en zonas vulnerables, asegurar la protección, disponibilidad y uso racional de recursos esenciales, dígase los suelos y las aguas, así como el desarrollo de energías renovables.

El empeño cubano a favor de la vida en el planeta recibe desde el exterior reconocimientos de personalidades e instituciones. Sirva de ejemplo la académica británica Helen Yaffe, autora de un libro, un documental y otras obras sobre Cuba, cuando declaró este abril que “el movimiento medioambientalista internacional no es consciente de lo que ha hecho Cuba” en este terreno. “En su política frente al cambio climático, Cuba es un modelo para los países del Sur Global”, afirmó la también profesora de la Universidad de Glasgow.

Tal ejemplo se debe a que somos consecuentes, desde el pasado siglo, con aquella temprana alerta lanzada por nuestro Líder Histórico Fidel Castro Ruz en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo realizada en el año 1992, donde advirtió: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.

Pero hasta hoy la comunidad internacional no ha logrado frenar el acelerado deterioro medioambiental que padece el planeta, y la humanidad es amenazada por la triple crisis del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.

Cerca de la mitad de la población mundial vive ya en zonas de peligro climático y sufre sus dañinos efectos, como el calor extremo, sequías o inundaciones; y más de 3 mil millones de personas se ven afectadas por la degradación de los ecosistemas. Solo la contaminación ambiental mata a unos 9 millones de personas cada año; y más de un millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción, muchas de las cuales podrían desaparecer en apenas unas décadas.

La ONU reclama de todos los países —sobre todo de los más ricos y desarrollados, principales responsables de esta grave situación— medidas prontas y efectivas que logren un progreso sostenible para toda la población mundial. Pero aún son insuficientes los compromisos contraídos en diversos ámbitos, como por ejemplo, para impedir que la temperatura global supere los 1,5 °C, según establece el Acuerdo de París, un límite que pudiera ser superado en los próximos cinco años.

“Este planeta es nuestro único hogar”, recordó en mensaje al mundo el secretario general de la ONU, António Guterres, y reclamó: “Es crucial que salvaguardemos la salud de su atmósfera, la riqueza y la diversidad de la vida en la Tierra, sus ecosistemas y sus recursos, que son finitos”. Tras lo dicho, advirtió: “Pero no lo estamos haciendo”.

Compartir...
Salir de la versión móvil