Fueron días difíciles. Los más difíciles de nuestra carrera. Una campaña absurda iniciada por dos despreciables, con conciencia de serlo, y amplificada por personas y plataformas que mienten con total convicción y maldad.
Fueron días de muchos consejos y sugerencias de regresar a Cuba y salir del ojo de tal huracán mediático. Pero bueno… ¿qué hace uno con la gente que sacó entradas para escuchar tu música? ¿Qué hacer con los muchos que cada día se enfrentan al odio y los retoños de fascismo en Europa y se ofrecen a acompañarnos?
Hemos obedecido a la voz de nuestras conciencias. Como siempre. Y hay heridas, claro que las hay. Y hemos visto personas nobles y buenas que nos han ofendido, por estar mal informadas. Por escuchar y consumir información chatarra. Me niego a creer que lo hacen pues les gusta hacer daño. Y muchos bots y perfiles falsos tratando de hacer coro para armonizar el odio. Y también hemos tenido pérdidas económicas. Por supuesto.
En esta hora, todo mi cariño para los que ya son hermanos. Los que alzaron su voz en solidaridad públicamente. Los que han recibido los golpes que estaban destinados a mí. Los que viajaron kilómetros por escuchar una canción. Los que nos han dado cobija y amparo.
Y mi desprecio inmenso, inolvidable, imperdonable a los que cultivan ese odio.
El reto está en seguir adelante. Con las mejores canciones posibles. Trabajando duro como cultores del amor y la buena fe entre los seres humanos. Criticando lo que lo merezca para la construcción de un país mejor. Pero jamás siendo alabadores de la derrota, la rabia y el “llantén lastimero” que se sabe que no arregla ni funda nada, pero rentabiliza.
Nunca he creído en la competencia de quien mete más gente en un concierto, porque eso es un medidor muy injusto y variable. Pero incluso en ese pantanoso campo, igual podemos hacer la competencia. Después no quiero excusas…
Hoy tenemos más seguidores en España que nunca antes. Hoy nuestra música, sobre todo el disco nuevo, está siendo escuchada en Cuba y en Latinoamérica mucho más. Son los datos de Sandunga, de Los Lucas, de Spotify… no lo digo yo.
Nos han ofrecido recibimiento en Cuba con los protocolos que se les prodigan a atletas que regresan de grandes victorias. Nos han ofrecido hacer un gran concierto masivo en La Habana. Nos han ofrecido agasajos y honores. Nosotros, agradecidos de tan buena vibra y la admiración que quizás provoca en algunos esta tozuda voluntad de defender la música, que es nuestra manera de defender lo que para nosotros es Cuba. Pero hemos dicho que NO.
Queremos llegar al abrazo de nuestras madres, de nuestras parejas, nuestros hijos y familiares, que tanto han sufrido. No queremos alterar la programación normal de conciertos que están pactados. No queremos capitalizar estos sucesos para beneficio personal. No es necesario. Nada hemos hecho extraordinario.
Solo hemos sido nosotros mismos. Muchas gracias a todos.
Bien por ti Israel, bienvenidos a la Patria de Martí, Fidel, Raúl, el Ché y nuestros 5 cinco héroes entre muchos otros. La PATRIA los contempla orgullosa. Ya habrán conciertos en toda Cuba, ya los escucharemos en vivo. Ahora a disfrutar de la pequeña Patria, que es la familia, lo más importante.