Como lo había prometido en la etapa previa a la elección de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, volvió a Cienfuegos para constatar los avances en la solución de problemas acumulados en comunidades suburbanas del municipio cabecera.
En el asentamiento costero de La Milpa apreció la pavimentación de la calle, la colocación de postes para redes eléctricas, así como la construcción de la bodega y el consultorio médico; reclamos históricos de los pobladores de este lugar, donde anteriormente no existía ningún tipo de servicio.
Otro tanto observó en el vecindario aledaño a la Cooperativa de Producción Agropecuaria Mártires de Barbados, del Consejo Popular (CP) de Rancho Luna, sitio en el que hoy se construyen seis casas para beneficiar a madres con tres o más hijos y en situación de vulnerabilidad.
El recorrido de Morales Ojeda, en su condición de diputado al Parlamento cubano, incluyó la visita a la inversión del Cementerio del CP de Guaos, objeto de una ampliación que sumará a la necrópolis dos osarios de 70 capacidades, nuevas áreas de enterramiento, y prevé, además, el rescate de la capilla y de la cerca perimetral.
Durante su estancia en la demarcación, el dirigente indagó por la producción agropecuaria y la comercialización, toda vez que los pobladores se quejan de tener que ir hasta la ciudad para comprar viandas y vegetales. “Esto ―dijo― no es posible, menos aún en comunidades rurales y suburbanas, donde las formas productivas del entorno tienen que garantizar el abastecimiento”.
Tal realidad encontró en Guabairo, uno de los asentamientos más vulnerables del municipio de Cienfuegos. Allí, salvo la solución al problema del abasto de agua ―gracias a la reposición de una bomba de mayor capacidad en la cercana estación de Manacal― y la habilitación del consultorio médico, persisten demandas todavía insatisfechas.
En diálogo con sus vecinos, Morales Ojeda apuntó las relacionadas con la falta del servicio eléctrico en varios hogares, las dificultades con la venta de medicamentos, la reanimación del centro gastronómico (sin ofertas y en deplorable estado) y la ilegalidad de casi todas las viviendas; asuntos que llamó a atender con prontitud.
“Para lograr barrios y asentamientos con mejores condiciones de vida, necesitamos fortalecer los servicios, como parte de la transformación integral”, concluyó.