Las intensas y fructíferas jornadas de intercambios entre funcionarios y más de 150 empresarios de Cuba y Rusia, vividas la semana pasada en esta capital, deben marcar un hito en las relaciones de ambas naciones, sometidas a bloqueos y sanciones imperiales.
Los presidentes Miguel Díaz-Canel, de Cuba, y Vladimir Putin, de Rusia, se han pronunciado por que los vínculos económicos, comerciales, financieros y científico- técnicos estén a la altura de los de carácter político -de por sí consolidados-, y en consonancia con ello en La Habana se firmó un grupo de acuerdos y líneas de acción en beneficio de sus respectivas naciones y pueblos.
Fruto entonces de la XX Sesión de la Comisión Intergubernamental que encabezaron Ricardo Cabrisas, vice primer ministro y titular del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera; y Dmitri Chernyshenko, vice presidente del gobierno de la Federación de Rusia, así como del Foro Económico Empresarial y de la XI Reunión del Comité Empresarial bilaterales, se ampliarán y diversificarán los sectores y rubros en que las partes conveniaron un mayor acercamiento.
Las delegaciones examinaron aspectos en las áreas económica, financiera, energética, de transporte, agricultura, comunicaciones, salud, educación y turismo, entre otras, y resalta el compromiso del gobierno ruso de contribuir al suministro estable de petróleo, trigo y otros renglones deficitarios, incluída la emisión de turistas a la nación caribeña.
Un protocolo sobre colaboración, intercambio de información y ayuda mutua en el contexto del sistema único de preferencias arancelarias de la Unión Euroasiática, y memorándum de cooperación en el ámbito de la construcción, de la cuarentena vegetal en el sector agrícola y para dinamizar la agroindustria azucarera fueron de los documentos firmados la pasada semana en La Habana.
En 2022 el intercambio comercial entre los dos países fue de solo 451 millones de dólares, el 92 por ciento en exportaciones de petróleo crudo y sus derivados hacia la mayor de las Antillas, en tanto ésta le envió principalmente productos agrícolas, ron, café y tabaco; de ahí el deseo y necesidad de mejorar la cooperación mutua.
Cuba es el segundo socio comercial de Rusia en la región y el quinto a nivel global, y ambas naciones se han propuesto reforzar los vínculos económicos, explorar nuevos campos o intereses y para ello se crean condiciones, incluso bajo el principio de agilizar los trámites necesarios.
Momento significativo de la visita del vicepresidente del Gobierno ruso, y la amplia delegación empresarial que lo acompañó, fue la inauguración oficial de la Acería Eléctrica de la empresa siderúrgica José Martí, en La Habana, tras una inversión renovadora a partir de un crédito gubernamental de la nación amiga.
Según Chernyshenko es el primer proyecto en los últimos 20 años de gran magnitud en la esfera de la metalurgia cubana, que proporcionará metal a la economía y también contribuirá a las exportaciones.
Hay un marcado interés en potenciar una activa participación del país eslavo en la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el 2030, y ello presupone, por ejemplo, una mayor presencia de inversionistas rusos en la economía cubana.
Tal cual por estos días se les explicó, la Zona Especial de Desarrollo Mariel está abierta a los empresarios de la nación euroasiática para que allí abran fábricas o empresas mixtas, aunque también existe la posibilidad de en otros enclaves o territorios colocar en consignación sus mercancías y servicios.
En tal sentido ello a su vez sería una excelente oportunidad para que puedan acercar rubros exportables a América Latina y el Caribe, una región donde Cuba no sólo goza de gran prestigio sino que aboga por la integración económica, comercial, científico-técnica y en materia medioambiental.
De la misma manera Rusia contribuiría a promover los de la Isla caribeña en el seno de la Unión Económica Euroasiática, al menos en su contexto del sistema único de preferencias de aranceles.
Tras concluir en el Hotel Nacional el Foro empresarial y suscribirse ocho importantes documentos referidos a la macroeconomía, la inteligencia artificial, el suministro de trigo y al desarrollo de empresas mixtas-, Díaz-Canel dialogó con Chernyshenko.
El mandatario valoró la comprensión que ha tenido Rusia, en particular el Presidente Vladimir Putin, con la situación de Cuba y la voluntad por imprimirle un ritmo intenso de seguimiento a los acuerdos que se derivaron de las conversaciones sostenidas entre ambos, en noviembre pasado en Moscú.
Sobre todo, dijo el Jefe de Estado, “acciones que vayan a la concreción de proyectos que den soluciones integrales para los problemas de Cuba y que sean mutuamente beneficiosas para las dos naciones”.
Antes de la celebración de estos encuentros visitaron La Habana otros altos funcionarios de la nación euroasiática como Maxim Oreshkin, asesor de Economía de la Presidencia; Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores, y Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal (cámara baja).
(Tomado de PL)