Más allá de planes cumplidos y de indicadores que en ocasiones camuflan la realidad, hoy día pocos actores de la economía cubana pueden ufanarse de sus éxitos como la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería nro. 12 (Ecoing 12), de Cienfuegos. En dicho enclave, no solo las cifras andan bien; la impronta del trabajo y la remuneración a los obreros corren igual suerte.
“Somos líderes en la provincia, y en parte del país, en la producción y tendido de hormigón asfáltico caliente, cuyos volúmenes ya superan las 17 mil toneladas (t), al cierre del primer trimestre de 2023. Además, ejecutamos labores de movimiento de tierra, excavaciones y reparación de obras de fábrica, siempre con un régimen de calidad y de disciplina tecnológica que llevan a los clientes a optar por nosotros”, afirmó Alain Fuentes Caballero, director general de la Ecoing 12.
Durante el pasado año, la empresa asumió encargos de trascendencia social y política en este territorio del centro sur de Cuba, tales como las acciones de asfalto y de movimiento de tierra con vistas a las conmemoraciones nacionales del 26 de Julio y el aniversario 65 del levantamiento popular armado del 5 de septiembre de 1957.
Otros empeños mayores encontraron en Pinar del Río, tras el paso del huracán Ian. Allí contribuyeron a la recogida de desechos sólidos y repararon un terraplén localizado entre los consejos populares de Mantua y Santa Lucía. Asimismo, en Mayabeque, protagonizaron el tendido de 2 mil t de asfalto en el Surgidero de Batabanó, tarea realizada en tiempo récord y con eficiencia.
Todo ese cúmulo de trabajo ―sostuvo Fuentes Caballero― “nos permitió pagar más de 15 millones de pesos por concepto de utilidades, sin dejar de recapitalizar la entidad, pues invertimos montos considerables en la compra de equipos y en la adquisición de gomas, baterías y agregados”.
Ahora, a tales resultados no se llegaron por arte de magia. Frente a la crisis de combustible y la falta de piezas de repuesto, electrodos, metales y otros recursos, el empeño e ingenio de los obreros, unidos a técnicos y especialistas, cobraron relevancia. Más de 3 millones 615 mil pesos alcanzó el efecto económico de la treintena de innovaciones consumadas en 2022.
Miguel Díaz Mantilla, especialista en Obras de ingeniería, destacó la recuperación de una motoniveladora automática, valorada en cerca de 100 mil dólares en el mercado internacional. “La llevamos a que funcionara de forma mecánica; de lo contrario ―dijo― tendríamos que esperar por una importación. También rescatamos la computadora de un cargador, equipo decisivo en la planta de asfalto: cuando está roto paraliza el resto de los procesos”.
Ambas máquinas se encuentran en funcionamiento y son claves en los nuevos retos de la Ecoing 12. Según Ramón Fidel Viña Cepero, director de Operaciones, “la innovación consistió en reactivarlas, cuando prácticamente estaban en desuso. Su arreglo dependía de poder importar, lo cual es hoy una mala palabra en la economía cubana”, comentó.
La aplicación de un sistema integrado de gestión devino complemento de las acciones e iniciativas llevadas a cabo, en un contexto adverso para el entramado empresarial del país. A partir de facultades contenidas en decretos y resoluciones, la entidad tomó su propio vuelo.
“Diseñamos nuestra guía de control interno, algo inédito en Cuba, lo cual nos dio margen para trazar objetivos en aras de un desarrollo continuo. Por otra parte, de cara al capital humano, tuvimos la licencia para modelar los puestos de trabajo acorde con las características de la empresa y aprobar los salarios correspondientes”, apuntó Alain Guzmán Hernández, director de Organización y control.
En la actualidad, la Ecoing 12 cumple con las labores de asfalto en la Autopista Nacional y prevé el tendido de unas 3 mil t en el Consejo Popular de Buenavista, del municipio de Cienfuegos, en respuesta a la estrategia de transformación en barrios y comunidades vulnerables.
Otros compromisos significativos se concentran en la zona montañosa de Cumanayagua, donde ejecutan un terraplén de siete kilómetros para facilitar el acceso del turismo a la Cueva Martín Infierno, refugio de la estalagmita más grande del mundo, con 67 metros de altura.
Nada detiene a los trabajadores de la distinguida empresa constructora, enrolados en una quijotesca lucha contra los molinos de viento que buscan cerrarle el paso.