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Un árbol en perenne producción

El emblemático poeta villaclareño Leoncio Yanes dijo en uno de sus poemas: “La décima es un árbol que siempre está en producción”. De ahí el título que escogió la destacada poetisa e investigadora Mariana Enriqueta Pérez Pérez para la tertulia que fundó en septiembre del 2007 en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara, espacio que desde hace años ha devenido un significativo proyecto artístico literario.

Los poetas Péglez y Mabel Quintana en la pasada cita de este mes de mayo. Fotos: Mariana Pérez, Mabel Quintana y Gisela Hernández

La última edición de esa tertulia honró a quien escribe estas líneas con un amoroso homenaje —acaso inmerecido por su envergadura— que recogió con acierto nuestra colega Lourdes Rey Veitia.

Por supuesto que expresé mi agradecimiento, y aquí lo reitero, a la fraterna Mariana y a otros contertulios que sumaron su entusiasmo, con iniciativas como la de la poetisa Mabel Quintana, quien compró los ejemplares de mi poemario Donde dice primavera y es otoño que quedaban en la librería local Pepe Medina para obsequiar a los asistentes y que yo pudiera dedicárselos.

Pero nada de eso fue lo más importante, como tampoco lo fue la lectura de mis poemas para satisfacer el deseo de los anfitriones. El resto de mis palabras —tal vez demasiado extensas— lo invertí, y lo reitero ahora para socializarlo, en destacar por qué La décima es un árbol es un espacio de obligada referencia para el movimiento de la décima escrita cubana, no solo por ser su anfitriona una poetisa y profesora de literatura como Mariana, representante del Grupo Ala Décima en esta provincia de tantos escritores ilustres en la literatura en general y en particular en la poesía en estrofas de diez versos. Un espacio que, en consecuencia, respalda esta colectividad decimística, que ya cuenta en Cuba con un abanico notable de sitios de agrupamiento e intercambio de experiencias literarias, fundados y conducidos por miembros o colaboradores cercanos de Grupo Ala Décima.

La fundadora de La décima es un árbol, la poetisa Mariana Enriqueta Pérez.

En ese abanico, La décima es un árbol aporta la singularidad de ser el único lugar del mundo —hasta donde ha podido averiguar este escribidor— en que se le escribe y se le canta en décimas a la pieza del mes de un museo. Y con esas estrofas se conforma mensualmente lo que se ha dado en llamar Catálogo Rimado, que se imprime y se presenta en el siguiente encuentro de la tertulia. De estos Catálogos Rimados ya se han impreso 171 ediciones. Con ellos, cada año, en el septiembre de cumpleaños de la , se realiza un certamen interno en que se reconocen con amorosa modestia las mejores creaciones.

Como si fuera poco, Mariana ha llevado la tertulia también a una página participativa de Facebook y también a un grupo de WhatsApp que es toda un aula de intercambio permanente entre la eficaz profesora y sus disciplinados alumnos. Es decir que La décima es un árbol es la tertulia y es mucho más allá, muchísimo más allá. En opinión del Grupo Ala Décima —perteneciente al Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (Cidvi) del Ministerio de Cultura— este proyecto artístico-literario es ya un bastión de la defensa y promoción de la estrofa nacional, una contribución inestimable al desarrollo de sus contertulios y un lugar de obligada referencia para los creadores amantes de esta modalidad literaria en la provincia y en el país.

Una imagen del público en el más reciente encuentro de la tertulia.

Estas valoraciones ya las expresó el Grupo Ala Décima en el mensaje de felicitación que les envió en septiembre del 2017 al cumplirse los 10 años de la tertulia y en sus quince, celebrados en el 2022, cuando la representación nacional fue posible gracias a las poetisas Bertha María Gómez e Irasema Cruz, presidenta y miembro respectivamente de la Filial del Grupo Ala Décima en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón, cuna del Indio Naborí.

Para el próximo septiembre, La décima es un árbol ya prepara el festejo de su cumpleaños 16, trenzado como siempre con la figura de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, en el aniversario 101 de su nacimiento y Día de la décima iberoamericana por ser el autor de Boda profunda y otros muchos poemarios relevantes, que lo han convertido en figura tutelar de la bien llamada estrofa nacional, acariciada con devoción en toda la región hispanohablante.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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