El Día de la Victoria, 9 de mayo, es recordado cada año por el pueblo ruso y millones de personas en todo el mundo, a pesar de la campaña contra Rusia y el intento de cambiar la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Ese día se celebra el triunfo de la Gran Guerra Patria, donde murieron unos 27 millones de ciudadanos soviéticos, entre 1941 y 1945.
Casi todas las familias rusas rinden tributo a sus antepasados que participaron en la contienda y murieron por la Patria.. La marcha del Regimiento Inmortal es una muestra de ello, en la que los ciudadanos portan fotografías de sus familiares desaparecidos..
Para el colega ruso, Oleg Yasinski, quien publicó en Russia Today un comentario, “este 9 de mayo, día sagrado de la Gran Victoria de nuestros antepasados sobre el fascismo, es para recordarnos que debemos volver a luchar.
“El fascismo y el neoliberalismo ahora no sólo dejaron de ser aliados y se mutaron en uno solo, no sólo matan, destruyen y saquean, sino que también dominan los medios del mundo, formateando nuestra imaginación y recuerdos”.
La humanidad ve como la paz mundial pende de un hilo por las acciones encaminadas por un pequeño, aunque poderoso, grupo de países, que intentan mantener el injusto orden internacional impuesto y para ello hablan a nombre del mundo.
Queremos un futuro de paz, libertad y estabilidad”
La guerra de Ucrania sirve de pretexto para descargar todo su odio hacia la actual Federación Rusa, que desde febrero del 22 lleva a cabo una operación militar especial para desnazificar y desmilitarizar a esa nación.
La Unión Europea y la Organización del Atlántico Norte (Otan), que reúne a un grupo poderoso de países, mayoritariamente europeos, más Estados Unidos y Canadá, de hecho participan en esta confrontación, aunque no aparezcan como parte.
Rusia durante años alertó acerca de los peligros que significaba la presencia de tropas y armamento de los países de la Otan cerca de su frontera, incrementada ahora con la reciente incorporación de Finlandia a la organización bélica y se vio obligada a responder a esa amenaza.
El presidente ruso, Vladimir Putin, resaltó el miércoles en su discurso desde la Plaza Roja la posición de su país en favor de la paz y la estabilidad internacional, sin hostilidad de élites occidentales.
“Como la gran mayoría de las personas en el planeta, queremos ver un futuro de paz, libertad y estabilidad”, expresó.
Señaló que la catástrofe del pueblo ucraniano es resultado de la manipulación de “amos occidentales”, quienes “provocan conflictos, siembran el odio, la rusofobia, el nacionalismo agresivo y destruyen la familia”.
Profanación de los monumentos soviéticos
El líder ruso lamentó las acciones irrespetuosas hacia la memoria de los soldados de la Gran Guerra Patria (1941-1945) y la intención de “borrar” la heroicidad del pueblo ruso con la profanación de los monumentos soviéticos en diferentes lugares del mundo. “Rendimos homenaje a los miembros de la Resistencia que lucharon valientemente contra el nazismo, a los soldados de los ejércitos aliados de los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros estados. Recordamos y honramos la hazaña de los soldados chinos en la batalla contra el militarismo japonés”, recordó.
Más de ocho mil militares, incluidos 530 combatientes de la operación militar en Ucrania, así como la columna mecanizada encabezada por el legendario Tanque de la victoria T-34-8 participaron en el desfile.
Asistieron al desfile militar como invitados los presidentes de Armenia, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Más de ocho mil uniformados, la más moderna técnica y las icónicas armas de la Gran Guerra Patria, desfilaron en la Plaza Roja, en conmemoración de los 78 años de la victoria sobre la Alemania nazi.
