Las primeras horas de este 5 de mayo en la Ciudad Héroe de la República de Cuba son de movilización obrera, son de manos y corazón puestos en función de la patria.
Hoy se celebra en toda Cuba el Día Internacional de los Trabajadores y la plaza de la Revolución Antonio Maceo Grajales comienza a colmarse de personas prestas al desfile proletario.
Trabajadores y sus familiares llegan hasta el área de concentración para la marcha, van ataviados con los colores patrios, rojo, blanco, azul, van con carteles y banderolas, con el espíritu enardecido, con la convicción de que en tiempos difíciles la unidad sigue siendo nuestra mejor manera de hacer por un mañana mejor.
Unos 300 mil santiagueros se prevén desfilen este viernes por la plaza Antonio Maceo, y se estima en 600 mil los que de manera general lo hagan en toda la provincia pues también en la cabecera de los restantes ocho municipios el pueblo dice presente, el pueblo responde a la convocatoria a celebrar el Día Internacional de los Trabajadores, el pueblo le pone “A la patria, manos y corazón”.
A las siete de la mañana comienza el desfile y otra vez la demostración del mayoritario apoyo del pueblo la Revolución es una realidad, otra vez el símbolo que es para Cuba el Primero de Mayo se confirma y engrandece en Santiago.
El corazón de Santiago de Cuba en una marcha
El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez acompaña al pueblo santiaguero en el desfile que tiene lugar este 5 de mayo en la plaza de la Revolución Antonio Maceo Grajales.
Junto a los trabajadores y sus familiares están también en el desfile las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en esta suroriental provincia, José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, respectivamente.
Bloques de los 15 sindicatos, acompañados por otros dos, en representación de los jóvenes y de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana avanzan por la Avenida de los Desfiles en gesto de reafirmación revolucionaria, de apoyo incondicional a la patria y al proyecto social socialista elegido a voluntad.
Los odiadores creyeron que en medio de las complejas condiciones que vive el país, con carencias materiales de todo tipo, el pueblo no estaría en las plazas, en las calles, no estaría alegre, no alzaría las banderas. . . erraron una vez más.
Santiago de Cuba es muestrario de la presencia masiva, colorida y entusiasta de los trabajadores y sus familiares, incluso de hermanos de otras naciones, entre ellas de Europa y África, que en gesto solidario y de apoyo se han sumado al desfile.
Todo eso y más lo ratificaba en sus palabras René Berenguer Rivera, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba en la provincia santiaguera, quien al dirigirse, desde la tribuna central, a los presentes en la plaza Antonio Maceo expresó:
“Agradecemos la solidaridad manifiesta de muchos países del mundo que se oponen al bloqueo y a la actitud irracional de nuestros enemigos, y junto con ello la principal alternativa que nos corresponde para seguir adelante está en lo que hagamos en cualquier lugar donde la eficiencia de nuestra labor signifique un aporte al bienestar del pueblo.
“A la llamada permanente al combate que siempre nace en esta Plaza, en la figura del Titán de Bronce, se suma el liderazgo eterno de Martí, Fidel, Mariana, Céspedes y una pléyade de héroes y mártires cuyo espíritu se eleva cada día desde Santa Ifigenia hasta el corazón de todos, para dar continuidad a este proceso que, antecedido por innumerables muestras de rebeldía, dio inicio el 10 de octubre de 1868 a un camino de independencia y soberanía.