Otra vez el escenario fue el Malecón habanero, a pocos pasos del lugar donde se realizó la primera tribuna antimperialista en reclamo al regreso del niño Elián González. Caprichos de la vida han convertido, quizás, este sitio pintoresco de la geografía habanera en un espacio de denuncia y de lucha.
Casi frente a las narices del imperio —en alusión a la entonces Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba— más de cien mil personas ofrecieron un Sí por la Patria y de respaldo a la convocatoria para celebrar hoy el Día Internacional de los Trabajadores, pospuesto para esta fecha por las condiciones climatológicas del pasado día primero.
Retomo la manida frase de “un mar de pueblo”, no encuentro otra más acertada para ejemplificar la presencia mayoritaria de las miles de personas que en representación de todos los sectores se congregaron desde el costado del emblemático Hotel Nacional hasta el Hospital Hermanos Amejeiras.
El mar y el sol saliente por el Morro, dieron un toque de belleza a este acto, donde entre consignas, carteles y banderas cubanas y de otras naciones, Fidel estuvo presente. Se rememoró aquel Primero de Mayo cuando dejó para las actuales y futuras generaciones su concepto de Revolución y las muchas batallas que encabezó desde este propio lugar, donde Cuba no solo alzó su voz por el regreso de Elián y los Cinco Héroes, sino también contra el terrorismo que tantas víctimas ha causado al país.
Fue un Primero de Mayo diferente. No hubo desfile, sino concentración, con música, baile y décimas patrióticas. Asistieron los pobladores de los cinco territorios de la capital más cercanos y, quizás también, de otros lugares que prefirieron sortear las dificultades de la lejanía y la falta de transporte para no romper la tradición de participar en una fecha como esta.
Hubo también más de una alocución. Karen Urrutia Pérez, investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) subrayó que la juventud cubana no claudicará en sus principios, “ni dejará caer el legado de invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz”.
Y el Secretario General de la Central de Trabajadores que Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, exhortó a seguir sumando a la Patria, Manos y Corazón. Ciertamente, fue una jornada diferente, dedicada a la heroicidad cotidiana del pueblo cubano, y donde no faltaron la remembranza por el Apóstol José Martí y los líderes sindicales que antecedieron la contemporaneidad.
Fue una jornada diferente pero similar en su esencia patriótica, antimperialista, revolucionaria en su sentido más amplio y abarcador. Cuba vive, sueña y trabaja, aunque el enemigo y los odiadores se empeñen por desacreditar a esta pequeña nación.
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