Defender la cultura desde nuestras esencias; no olvidar, como decía Fidel, que esa cultura es el alma de una nación; y poner a buen resguardo legados tan valiosos como la poesía. Tales conceptos fueron resaltados en la tarde de este jueves por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
El dignatario compartió sus palabras hacia el final de la Reunión de Ministros de Cultura del Grupo de los 77 Más China, evento que sesionó en el capitalino Palacio de las Convenciones y que en el momento de clausura también contó desde la presidencia con el miembro del Buró Político y primer ministro de la República de Cuba, Manuel Marrero Cruz; la viceprimera ministra, Inés María Chapman Waugh; el miembro del Buró Político y canciller, Bruno Rodríguez Parrilla; así como con el titular cubano de Cultura, Alpidio Alonso Grau.
“Muchas gracias por estar en Cuba, sobre todo en momentos tan difíciles”, dijo el Jefe de Estado a quienes llegaron desde diversas latitudes para tomar parte en un encuentro timbrado por la idea central de “Cultura para el desarrollo sostenible”.
Fueron 75 los países representados en la Reunión; de ellos, 58 con delegaciones presenciales, y 17 con presentaciones virtuales. Fueron 152 los defensores de la cultura que se acreditaron para vivir una jornada de reflexión colectiva, en la cual la Unesco tuvo, a través de notables personalidades, una participación importante.
Dos sesiones temáticas movieron los análisis: una dedicada a la cultura como bien público global y a la cooperación Sur-Sur; y otra desarrollada en torno a las dimensiones social y económica de la cultura, así como a la trascendencia de ella, y a la necesaria protección del patrimonio.
Decenas de intervenciones destacaron, entre otros conceptos, a la cultura como suceso transversal y como un bien público universal, y a la importancia de potenciar aristas de esa cultura, como lo emotivo, lo bello, lo bueno, y lo justo.
Una Declaración Final fue aprobada en la Reunión. A ella hizo referencia Alpidio Alonso Grau, quien expresó a todos gratitud por la asistencia. “Ha sido, valoró, un exitoso espacio de diálogo y debate”. En manos de los delegados estaba el texto que, entre otras definiciones, enfatiza “el valor trascendental de la cultura como componente esencial del desarrollo humano, de la inclusión social y de los esfuerzos por erradicar la pobreza y reducir las desigualdades sociales”.
La Declaración subraya, además, la importancia de “involucrar a la juventud y aprovechar plenamente su potencial y sus capacidades creativas, teniendo en cuenta sus opiniones, percepciones e ideas con miras a la consecución de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, y el logro de un futuro más justo, equitativo y pacífico para todos”.
Las palabras centrales de la clausura estuvieron a cargo de la viceprimera ministra, Inés María Chapman Waugh, quien agradeció a los presentes por “su significativa participación en el intercambio sobre los complejos desafíos contemporáneos de nuestras sociedades culturales”.
“En estas sesiones -enunció- hemos reconocido nuestra voluntad común de promover, desde el sur, una reflexión orientada a la acción, que nos permita impulsar mecanismos y alternativas de cooperación encaminados a preservar el valor de la cultura como bien público mundial, y promover la dimensión social y económica de la cultura para la transformación y la inclusión social”.
La viceprimera ministra afirmó que “es un honor para Cuba, en nuestra calidad de presidente del Grupo de los 77 más China, en el 2023, haber acogido esta reunión de ministros y ministras de Cultura, y propiciar un espacio de intercambio entre nuestros países, hoy más necesario que nunca”.
Seguidamente expresó que “una de las prioridades de la presidencia cubana al frente de este amplio y representativo universo de naciones, es defender, preservar y fomentar el respeto a la biodiversidad y la diversidad cultural como factor que estimula la cohesión social y la cultura de paz entre los pueblos, así como promover el valor de la cultura como motor de desarrollo sostenible, la paz, y la estabilidad”.
Inés María Chapman hizo referencia a un “contexto de crisis global, sistémica y multidimensional, que impacta transversalmente al sector de la cultura”; trajo a colación esa cultura golpeada por los efectos de la COVID-19; y no pasó por alto problemas como “la aplicación de medidas coercitivas y unilaterales, la profundización de las desigualdades sociales y económicas, el cambio climático, el aumento de la brecha digital”, entre otros factores adversos.
“Para los países del sur, dijo, los efectos de esta crisis sistémica se agudizan, y se complejiza la recuperación del sector cultural. Ello ha impuesto retos adicionales a los esfuerzos de los gobiernos, autoridades locales y otros actores del sector creativo y artístico, para alcanzar el ideal transformador de la cultura, recogido en la agenda 20-30”.
En otro momento la viceprimera ministra destacó el liderazgo de la Unesco en su papel coordinador y de asistencia a los países, para la implementación de las convenciones de cultura y los compromisos adquiridos en la declaración de la Conferencia Mundial de ese organismo (2022); al tiempo de destacar la función esencial, de unidad y coordinación del G77 más China, “para proteger la diversidad cultural, la salvaguarda del patrimonio cultural, y asegurar el acceso y disfrute de nuestros pueblos a la vida cultural como un derecho humano fundamental”.
Subrayamos, aseveró, “la importancia de desarrollar iniciativas conjuntas en el marco de la cooperación Sur-Sur, orientadas a promover un enfoque del desarrollo sostenible, basado en la cultura y la sostenibilidad ambiental, con soluciones innovadoras, mediante el patrimonio cultural, las industrias creativas, la cultura, y los productos locales, la creatividad y la innovación, la participación de comunidades, y la diversidad cultural”.
“Todos hemos aprendido”, declaró Inés María Chapman, quien además ratificó: “Cuenten con la voluntad de Cuba para trabajar juntos en la realización de objetivos comunes, que nos identifiquen y nos unan: identidad, cultura, unidad, amor, para seguir construyendo el futuro, porque juntos podemos”. E hizo una exhortación a todos:
“Con el amor de nuestros corazones, con la claridad de nuestros pensamientos, con la savia del conocimiento, con la belleza y espiritualidad del arte, cuidemos, protejamos nuestras tradiciones, costumbres, la identidad de nuestros pueblos, y sigamos engendrando maravillas, como diría el poeta”.
“Por hoy, mañana y siempre, que la cultura llegue a todos y a todas, y contribuya al desarrollo de las naciones, en un mundo donde florezca el amor”.