Con marcado énfasis en la creación de un entorno de trabajo seguro y saludable, principio básico establecido por la Organización Internacional del Trabajo, Cuba se apresta a la celebración este 28 de abril del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
Desde el 2003 se celebra en todo el mundo la fecha, con basamento fundamental en la promoción de trabajo seguro, saludable, digno, y además, para rendir homenaje a las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
Guillermo Sarmiento Cabañas, director de organización del trabajo en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, destacó a la prensa que entre las principales líneas de trabajo del MTSS en función de este 28 de abril está la revisión del marco jurídico vinculado, a fin de transformarlo en función de los cambios y complejidades del escenario laboral actual.
Asimismo promover la integración de la prevención de riesgos laborales en la gestión de todos los actores económicos, y la implementación de un sistema de indicadores que permitan monitorear los avances y desafíos en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo, con enfoque de equidad y justicia social.
“Se trata de una campaña de sensibilización destinada a centrar la atención internacional en cómo la seguridad y la salud puede ayudar a reducir el número de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo”, dijo el funcionario.
Odalys Torrens, experta en política de seguridad y salud del trabajo en el MTSS, explicó la necesidad de que a nivel de empresas se registren e investiguen los incidentes vinculados a la seguridad de los trabajadores, todo ello partiendo del criterio de evitar causales que puedan provocar accidentes posteriormente.
“Es imprescindible velar por la ejecución de los presupuestos destinados a la temática de la seguridad y salud del trabajo, controlar las inversiones en esa material, y también integrar las acciones de seguridad y salud en la gestión de las entidades, algo fundamental para su control interno.
No son los tiempos en que las cifras no bajaban del centenar de fallecimientos anualmente; sin embargo cada día deberá crecer el empeño por disminuir las cifras de muertes y lesionados, pues el asunto no encuentra definitiva solución. Aunque los argumentos se dirigen certeramente a las razones que provocan la accidentalidad, lamentablemente las muertes, lesiones y, cuando menos, los certificados médicos, se mantienen, como también las lágrimas y el sufrimiento de muchos.
A pesar de que la voluntad política en la isla coadyuva de manera significativa a evitar la ocurrencia de accidentes laborales, la realidad demuestra el vacío aún existente, un fenómeno no ajeno a las penurias económicas del país, pero resultante también de la acción de los hombres, su responsabilidad y organización.
Sin dudas, la ampliación del sector no estatal y otras formas de organización del trabajo que caracterizan los últimos años al empleo en Cuba imponen una transformación en la gestión de la seguridad y salud.
“En esa dirección se enfocan las proyecciones de formación, capacitación y aplicación de buenas prácticas para el desempeño y la prevención ante riesgos laborales”, aseguró Ángel San Martín Dupoté, jefe del Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Dado que la prevención está sujeta a las características de las ocupaciones y actividades, los entornos y lugares laborales, cada entidad está obligada a establecer las medidas para garantizar el trabajo seguro y preservar la salud y seguridad de sus fuerzas, mientras dirigentes sindicales y trabajadores tienen facultad para exigir por ello.
Durante la realización en noviembre último de la Jornada Nacional de Seguridad y Salud del Trabajo, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), expresó la voluntad y prioridad del movimiento sindical cubano para revitalizar las acciones que se deben acometer de conjunto con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para fortalecer la seguridad y salud del trabajo.
Precisó asimismo que “para nuestro sindicalismo no puede haber nada más importante que la salud y la seguridad de nuestros trabajadores.
En 2022 el lema por el 28 de abril fue «Actuar juntos para construir una cultura de seguridad y salud positiva». En 2021 «Anticiparse a las Crisis, Prepararse y Responder», mientras que en el 2020, el Día Mundial se enfocó en controlar posibles brotes de enfermedades infecciosas en el ámbito laboral, y más concretamente el brote de COVID-19.