Como lo que es: un asunto trascendental para el desenvolvimiento de la economía, fue analizado el actual proceso inversionista en la nación, en especial el que se realiza en el sector empresarial y su impacto en las exportaciones.
La evaluación trascurrió durante el encuentro del mes de abril de la dirección del país con representantes del sistema empresarial, que se realizó como de costumbre en el Palacio de la Revolución bajo el liderazgo del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, .
El intercambio también fue encabezado por los miembros del Buró Político, Manuel Marrero Cruz, primer ministro, y Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, además del vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, quien moderó el diálogo.
En una síntesis del comportamiento del proceso inversionista y su impacto en la empresa estatal en los últimos años, Gil Fernández subrayó que la discusión era para contribuir a continuar resolviendo deficiencias que no son nuevas.
Entre otros ejemplos, trajo a colación que desde 2015 a la fecha no se ha logrado cumplir el plan de inversiones para cada año, que han quedado por debajo del 90 % la mayoría de las veces.
Explicó que, según los consensos, para tener un ritmo adecuado de desarrollo es necesario invertir anualmente entre el 20 y el 25 % del Producto Interno Bruto; sin embargo, en el periodo el monto invertido se ha mantenido por debajo de esos márgenes y las inversiones puestas en marcha no han dado el rendimiento previsto.
Al hacer una evaluación de estos procesos, incluyendo el comportamiento de las ejecuciones, las vulnerabilidades y los estudios de post-inversión, Gil Fernández enfatizó lo imperioso de resolver las ineficiencias en esta área, a la vez que ratificó la necesidad de seguir invirtiendo como forma de no renunciar nunca al desarrollo. «Debemos invertir más, pero tenemos que hacerlo bien», sentenció.
El encuentro con el empresariado estatal se desarrolló mediante videoconferencia con directivos de los territorios, quienes fueron convocados a reflexionar sobre ¿qué hacer nuevo para consolidar realmente lo que necesita el país, y dentro de él la empresa estatal socialista, para desarrollar con eficiencia y eficacia el proceso inversionista?
El ingeniero Reinier Guillén Otero, director general de la siderúrgica José Martí, conocida también como Antillana de Acero, informó sobre la ejecución de la millonaria inversión en esa planta y la capacidad de exportación que adquirirá, para de esa forma cubrir los montos del crédito que otorgó la Federación de Rusia.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, insistió en que Antillana tiene que tener claridad sobre los mercados de exportación, así como desarrollar estrategias que le permitan garantizar el abasto de materias primas nacionales, en especial la chatarra, de forma tal que sus producciones sean sostenibles en volumen y en el tiempo.
La ingeniera Lissette Alonso Morales, vicepresidenta del grupo empresarial de la Industria Química (GEIQ), comentó sobre las producciones de la nueva planta Cloro Sosa de la Empresa Electroquímica Sagua La Grande.
Es esta una de las industrias más nuevas del país, con un elevado nivel de automatización y personal altamente calificado, y ha logrado incursionar en el mercado internacional. La exportación no estaba concebida en el encargo inicial de la entidad, pero la calidad de sus producciones y la formación de su personal le han permitido hacer ventas de surtidos y servicios en el exterior.
Cloro Sosa, explicó la directiva, cubre con sus producciones la demanda nacional y exporta sus excedentes, para de esa forma sostener la planta con ingresos propios. El Presidente de la República apoyó las iniciativas de la empresa: «propongan iniciativas audaces», les dijo.
El vice primer ministro Gil Fernández ponderó los resultados de la entidad y subrayó que el país no debe tener ociosa ninguna capacidad productiva que lo haga en condiciones competitivas y pueda cubrir una demanda interna insatisfecha o exportar.
Hay que buscar alternativas, añadió Gil Fernández, que puso a la entidad como un buen ejemplo de la posibilidad que tienen estas, a partir de las 43 medidas implementadas para fortalecer la empresa estatal socialista, de agenciarse producciones cooperadas con empresas extranjeras o conseguir financiamiento externo sin mirar hacia la cuenta central de financiamiento. «Generar divisas para la autosostenibilidad, ese es el camino», dijo.
El titular de Economía y Planificación también se refirió a la fortaleza que se tiene al disponer del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 (PNDES), dentro del cual deben concebirse las inversiones.
En la reunión con el empresariado estatal nacional participaron los vice primeros ministros, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Inés María Chapman Waugh, Jorge Luis Perdomo Di-Lella y Jorge Luis Tapia Fonseca, además de jefes y jefas de carteras, entre otros ejecutivos.