No albergo la menor duda de que es hora que el tema de la negociación colectiva entre sindicatos y empleadores ocupe el lugar fundamental que le corresponde en el quehacer laboral cubano.
Por muchos años los convenios colectivos de trabajo fueron documentos casi siempre engavetados en la gran mayoría de los centros laborales, en muchos de los cuales “despertaban” al orientarse confeccionar el próximo, toda vez que el primero se erigía en base ―a veces un calco― del que eufemísticamente entraría en vigor.
A partir de estos compromisos, los trabajadores cubanos debemos continuar avanzando en aras de resolver las necesidades y problemas que afectan a nuestro pueblo.
A la Patria, #ManosYCorazón ❤️#CubaViveYTrabaja pic.twitter.com/mVNa5nuE74— Manuel Marrero Cruz (@MMarreroCruz) April 22, 2023
Más de una vez he escuchado decir: “No me parece correcta la forma en que se distribuyen las utilidades en mi empresa; deberían repartirse de tal o más cual forma”. Entonces me he preguntado por qué ese y otros asuntos de tamaña importancia, entre ellos, otros detalles concernientes a los sistemas de pago, no están incluidos en el convenio colectivo, legajo que por ley necesita el consentimiento de los trabajadores del lugar.
El ejemplo no es rebuscado, pues es frecuente su ocurrencia, a pesar de ser conocida ―y sufrida― la necesidad de negociar y conveniar no pocos asuntos entre las administraciones y los sindicatos, desde sus más altos niveles de dirección.
La Ley 116 del 2013, Código del Trabajo en nuestro país, especifica que el convenio deberá contener, entre otros aspectos, los deberes y derechos de las partes para cumplir la legislación, de ahí que con la firma este viernes en la sede de la Central de Trabajadores de Cuba de los Lineamientos Generales para la negociación colectiva, se allane el camino para que los documentos resultantes impacten más efectivamente en el quehacer de la empresa estatal socialista.
Ante la presencia de Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la República, y del Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte de Nacimiento, ambos miembros del Buró Político del Comité Central del Partido, los secretarios de los sindicatos nacionales y los ministerios e institutos que representan, efectuaron la firma del documento, base normativa para desencadenar hasta cada centro de trabajo la negociación.
“Todo lo que hagamos es para mejorar la economía del país, pues si avanza la economía habrá mejores condiciones para los trabajadores y el pueblo”, dijo recientemente el dirigente sindical.
Los lineamientos abarcan a todos los trabajadores, de todas las categorías ocupacionales y contienen derechos y obligaciones de cada parte; tiempo de vigencia, su implementación, evaluación y chequeo, tanto en los consejos de dirección de ministerios y organismos como en los secretariados de los sindicatos nacionales.
Martha Elena Feitó Cabrera, ministra del trabajo y seguridad social, usó de la palabras y destacó la necesidad de buscar soluciones a todo lo que aporte eficiencia para un superior desempeño de la economía, el aprovechamiento máximo de las reservas productivas, la recuperación de las capacidades del plantel industrial y la creación de bienes y servicios, en especial los destinados a la alimentación del pueblo y a satisfacer sus necesidades, disminuir las importaciones y potenciar nuevos renglones exportables.
Agregó que este proceso, de negociación colectiva, es una muestra de la voluntad política del país para honrar los compromisos contraídos ante la Organización Internacional del Trabajo, en virtud de las normas internacionales del trabajo.
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