La licenciatura en Economía llegó de forma casi casual a la vida de Isis Llumbet Estanque. Cursaba el tercer año de ingeniería Termoenergética, en la CUJAE, cuando decidió abandonar los estudios, pues comprendió que no le gustaba.
Solo estuvo unas semanas sin hacer nada. Pronto, su mamá, María Elena, le aseguró que tenía que decidir qué hacer, pues no podía permanecer de brazos cruzados. “Un día ella llegó con una carta para que me presentara en el Politécnico de Economía Andrés Luján Vázquez a estudiar técnico de nivel medio en Planificación (en curso por encuentro); además empecé a trabajar como auxiliar de Contabilidad en la empresa comercializadora de artículos de ferretería.
“Estudié y trabajé a la vez. Después, en la empresa nos dieron la oportunidad de prepararnos para ingresar en la Universidad a través del curso de trabajadores. De esa manera, en el año 1996, culminé la licenciatura. Posteriormente, realicé la Maestría en Contabilidad y Finanzas.
A la altura de los años, Isis agradece a su madre, también economista, el haberla estimulado a seguir su camino. “Mi mamá me salvó la vida”, dice y afirma sentirse realizada en una profesión de la que fue apropiándose poco a poco.
Luego de un camino recorrido, en el 2005, comenzó a desempeñarse como directora Económica de la Empresa de Ingeniería del Transporte (TransProy), de la cual hoy es directora general. Confiesa que para ella ha sido un desafío. “No soy graduada de ninguna especialidad de ingeniería o profesión afín al objeto empresarial de la entidad, sin embargo, mi experiencia me permite enfrentar con claridad los problemas financieros que se presenten”, subraya.
Por una empresa eficiente
Cuando el pasado año Isis asumió la dirección de TransProy, estaba consciente de los obstáculos que debía enfrentar para mover los indicadores económicos y lograr eficiencia.
“No se puede desconocer el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno estadounidense y la crisis global que existe, lo cual nos obliga a tomar decisiones profundas y con un carácter innovador”, acota.
En ese sentido, destaca la necesidad de fortalecer cada vez más la unidad del colectivo en función de los objetivos y compromisos trazados. “Es imprescindible que, en cada caso, todos sean protagonistas de un cambio radical en la forma de gestionar la economía de la entidad desde la concepción del plan. Para eso, empresarios, dirigentes sindicales y trabajadores tienen que laborar en real unión de acción e intereses, sin importar complejidades o carencias”.
Para el triunfo de la empresa estatal socialista, la directiva afirma que “primero hay que profundizar en el conocimiento de todo lo aprobado y legislado al respecto. Solo con el conocimiento de cada medida, proyección u objetivo, se puede ser realmente proactivos, eficientes, creativos y gestores de la vida económica de la empresa”.
En su opinión, se aprecia desconocimiento en relación con muchas de las normativas legisladas, lo cual influye en la agilidad a la hora de tomar decisiones sin esperar indicaciones superiores.
“Hay que innovar para la obtención de las materias primas, fundamentalmente de producción nacional, racionalizar cuanto recurso esté disponible, buscar fuentes de financiamiento por medios propios sobre la base de renglones exportables y nuevas asociaciones de capital, siempre que sea posible”, asegura.
“Si logramos entre todos prepararnos adecuadamente, consolidar los vínculos de trabajo cuadro-trabajadores, con el sindicato a la vanguardia de la iniciativa y la movilización, podremos garantizar la buena salud del centro laboral desde el inicio. Debemos trabajar por transformar no solo la forma de pensar, sino la de encontrar alternativas en las difíciles condiciones de hoy.
“Si tenemos claridad de lo que nos proponemos, con qué hacerlo, de dónde saldrán los recursos y el financiamiento necesarios, así como cuál será el destino de nuestros productos, tendremos resultados, beneficios, bienestar y futuro. Lo requieren la empresa y la familia, células básicas de la economía y sociedad”, añade.
Mujeres empoderadas
Considera que en Cuba se percibe una voluntad política para continuar avanzando en el empoderamiento de la mujer. “Desde la misma concepción de nuestro sistema social, se trabaja por eliminar los perjuicios o estereotipos que se tienen sobre la labor de las mujeres como directivas.
“En nuestro quehacer diario, tanto en el ministerio de Transporte, el Grupo Empresarial de Transporte Automotor (GEA), y la propia empresa se trabaja para lograr que la mujer cada día asuma puestos directivos. Por ejemplo, nuestro consejo de dirección está integrado por 12 personas y, de ellas, 7 son mujeres”, añade.
Isis insiste en que es imposible cumplir con todas las tareas sin el apoyo de todos los trabajadores y de la familia. En su caso, ella vive con sus padres ya octogenarios, a los que hay que dar especial atención. Y dice, que, si ellos están bien, puede laborar tranquila. “Tengo dos hermanas y nos turnamos cuando hay que acompañar a mi papá al médico. Pienso que, sin mi familia, no pudiera estar sentada aquí”.
Además de su buen olfato económico, también le acompaña la sensibilidad, la certeza de que, para lograr un buen resultado, hay que trabajar en equipo. “La buena comunicación es esencial en cualquier espacio. Es preciso tener en cuenta la complementariedad, la confianza en los que integran el consejo de dirección y en los trabajadores para lograr la meta deseada”, asevera.