El vaivén de las olas, que recorre la línea imaginaria sobre el límite de las rocas, el rumor del mar y el salitre revelan el lugar: Empresa Pesquera Industrial de Caibarién (Epicai), la más destacada del país, donde se celebrará este 8 de abril el Día del Trabajador de la Industria Pesquera.
El éxito lo avala haber cumplido el plan de exportación de la langosta, ser la única entidad de su tipo de la nación que ejecutó el plan de captura pactado y creció en este indicador respecto al año anterior, aportó 36 toneladas del alimento para dietas médicas mensualmente. No obstante las afectaciones eléctricas y de combustible, aumentó la producción industrial, así como emprendieron inversiones significativas.
La Epicai está dedicada además a la exportación de cobos, cangrejos y esponjas, esta última especie deprimida por afectaciones meteorológicas, así como brinda ofertas a la población, entre estas ostiones, pescados y distintos productos.
Gestar ideas y mantener la calidad
A Leonard García Ferrer le llaman el hombre orquesta por haber sido jefe de brigada, de producción, de venta, de calidad y ahora atiende lo relacionado con el desarrollo y la ciencia.
Para él, después de varias décadas de labor en este colectivo, esta empresa se distingue por concebir constantemente nuevos empeños y velar por la calidad de cada renglón.
“Las ideas se generan y desarrollan con la participación de los trabajadores, especialistas y directivos. En este proceso se destaca el vínculo con centros científicos de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV), en particular por estudiar las posibilidades de las algas y el aceite de tiburón para la elaboración de medicamentos”, aclaró.
“El pasado año se idearon otras ofertas como pescado con vegetales en vinagre o en salsas, también diferentes tipos de conformados como croquetas, medallones, albóndigas, embutidos a partir de variantes de extensores”, afirmó quien conoce al detalle cada proceso que aquí se emprende.
Asimismo aseguró que velar por la calidad es el desvelo de sus especialistas. La experta principal de esta esfera, Yorelis Hernández Ramírez, señaló que todo lo que se produce tiene el control estricto que se requiere de acuerdo con las normas de inocuidad establecidas en el país.
En el laboratorio las microbiólogas Liset Lauzurique y María Cristina Rodríguez se encargan de que el primer paso sea riguroso, para ello realizan con esmero el análisis de olor, color, textura y sabor de cada variedad. Ellas, según declararon quienes las conocen, tienen vista y olfato especiales, capaces de detectar cualquier anomalía.
“Los años te dan la experiencia; trabajamos en algo muy sensible: con la alimentación del pueblo, no podemos fallar, todo tiene que ser como está indicado”, dijo María Cristina, con tres décadas en esta función.
Actualmente en esta entidad se desarrollan varias inversiones como la puesta en marcha de una planta potabilizadora de agua, otra de tratamiento de residuales, una base de almacén y un área de procesamiento de pescado. Además se cultiva la esponja en granjas creadas en el fondo del mar, se moderniza la flota con la construcción de dos barcos para poder capturar en zonas alejadas de la plataforma de la parte norte de Villa Clara, donde existen variedades más cotizadas.
“Todo ello tiene como propósito beneficiar los procesos productivos, hacer más confiables nuestros surtidos y que tengan mayor aceptación”, precisó García Ferrer.
Dentro de la industria
Dentro de la industria es más fuerte el olor a marisco. Es allí donde se selecciona el pescado por especies y tamaños, se escaman, se les extraen las vísceras, se hace el picadillo o los diferentes conformados…
El trabajo es rudo, pero cada cual está concentrado en sus funciones, de ello y su productividad da fe Anais Labín, la jefa de brigada. “Todo se procesa y se elabora, hay mucha disposición del colectivo”, argumentó.
Algunos trabajadores manifestaron situaciones con el salario ante las bajas capturas: “En esta etapa del año aparecen los brisotes y los vientos fuertes, coincide con la veda de la langosta, lo que deprime la industria, con ello se afectan nuestros ingresos y las utilidades, el sistema de pago no beneficia”, aseveraron, aunque reconocieron que cuando de celebración se trata, como en esta ocasión, es honorable estimular a los mejores y comprometerse a seguir en la batalla.