Quiero ir al estadio, pero temo no conocer a nadie. Quiero ir al estadio, aunque el sol acabe conmigo a las 2 de la tarde y no pueda tomarme ni un refresco. Quiero ir al estadio para ser testigo de la Serie Nacional más joven en 62 ediciones. Quiero ir al estadio y no hacerle caso a los periodistas que hablan de baja calidad y otros demonios por adelantado.
Así me escribió un amigo el pasado fin de semana y solo le sugerí que fuera (como buen fanático) para apoyar a su equipo de siempre. La novedad de esta campaña nos hará polemizar una y otra vez. Y sólo un veredicto final podremos sacar: ese es el béisbol que tenemos… cargado de pendientes y de juventud; deseando una figura imán y una actuación que sorprenda para llenar estadios.
Mientras, ya pasaron las primeras ocho subseries y 40 juegos de la temporada. Los números todavía no son tendencias más allá de saber que el bateo campeará a su antojo (292 de average del torneo es una barbaridad) y los lanzadores sufrirán a capa caída no sólo batazos de todas la dimensiones sino su propio descontrol. Del inicio puntos rojos para los pelotazos (61), los balk (10) y los boletos (331). A la defensa los 11 errores de Las Tunas es la cara peluda de no darle importancia a este aspecto en los entrenamientos.
Villa Clara arrancó delante con una ventaja 4-1 en el match contra Cienfuegos que no será la tónica de la lid, en tanto muchos mentores comienzan a pensar en no exponer tanto al menos a su primer y segundo abridor (5 o 6 entradas y menos de 80 envíos) y especializar más al bullpen para poderlos usar en el quinto desafío y que este no se convierta en un circo o desfile de caras marchitas por el box.
Desde ya aplaudo la nueva dinámica que va adquiriendo el Estadio Latinoamericano, aprobado para experimentar un nuevo modelo empresarial con tratamiento especial, en el cual se comienza a encadenar el sector privado con ofertas gastronómicas y rifas de pulóveres, así como fotos con sus peloteros preferidos. Por supuesto, queda mucho por andar en ese empeño, que no estará completo hasta devolverle la vitalidad a la pantalla gigante del jardín izquierdo.
Mi amigo quiere ir al estadio y quizás tenga toda la razón en sus primeros juegos. Le recomendé papel y hoja para anotar nombres que seguramente solo verá por dos o tres temporadas si su talento se empina con fuerza. La temporada acaba de comenzar y será joven hasta el final. Nos tocará vivir sus tejidos más felices y sufrir con las sombras más largas. No hay de otra hasta que salga el campeón.