Ya en la provincia de Las Tunas funciona, con energía fotovoltaica, la primera planta de bombeo de agua, como parte de un programa que prevé la instalación de paneles solares en un total de 156 estaciones de este tipo distribuidas en los ocho municipios del territorio, según anunciaron autoridades de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado.
De esos beneficios disfrutan, desde el pasado 22 de este mes, los vecinos de la comunidad rural el Cruce de San Joaquín, en la demarcación de Majibacoa, quienes ya no dependen del Sistema Eléctrico Nacional para recibir el preciado líquido, cuyas entregas en no pocas ocasiones se veían afectadas por los molestos apagones.
Según dijo al sitio digital Tiempo21.cu, de la emisora Radio Victoria, Marcos Antonio Sánchez Pérez, especialista en ahorro y uso racional de energía en la entidad encargada de estas prestaciones, además de los paneles solares, allí instalaron una electrobomba nueva, el controlador y otros accesorios que ofrecen garantía y calidad al servicio para cerca de 300 habitantes.
Sánchez Pérez adelantó que, de acuerdo con el cronograma, la próxima estación que dispondrá de esa tecnología está ubicada en la comunidad La Canoa, del sureño municipio de Jobabo, y que la mayoría de los recursos necesarios para materializar el cambio se encuentran ya en los almacenes del territorio.
El funcionario destacó la utilidad de esta tecnología, pues la empresa es la segunda mayor consumidora de energía eléctrica en Las Tunas, que emplean para el bombeo de agua a los clientes por los métodos tradicionales.
Teniendo en cuenta los cálculos realizados, los especialistas pronostican que, una vez completado el proyecto, la entidad ahorrará mensualmente más de 73 mil kilowatts, lo que significa un importante aporte a la economía nacional, cuando la nación vive una compleja situación energética.
Este plan está integrado a la voluntad del país de transformar su matriz energética desde el empleo de fuentes renovables, con énfasis en el aprovechamiento de las provenientes del viento y el Sol, para lo que en esta región del oriente cubano existen condiciones naturales estudiadas e identificadas por sus grandes potencialidades.
Publicaciones especializadas refieren que en el 2020, el 95,1 por ciento de la electricidad generada en Cuba provino de recursos no renovables y el 4,9 por ciento restante de fuentes renovables y enumeran que el tres por ciento es de la biomasa, el 0,8 solar, 0,6 hidráulica y 0,5 eólica.
Las autoridades han declarado el propósito de transformar la situación y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social al 2030 incluye el objetivo de lograr que en ese último año el 24 por ciento de la generación eléctrica se obtenga de fuentes renovables.