La zona oriental de Cuba le puso el punto final, este domingo 19, a la XXXI Feria Internacional del Libro luego del habitual protagonismo de títulos, editores, autores y libreros en todas las provincias del país.
Esta treintena de días, desde el inicio de la Feria en La Habana, hasta su clausura en Santiago de Cuba, sirvieron para confirmar que aún en medio de la compleja situación económica, energética, la carestía de la vida y otras limitaciones signadas por el agobio que impone el bloqueo, la cultura nos sigue salvando.
Otra vez la masiva presencia de público de todas las edades dio alegría y colorido a una fiesta literaria que en este 2023 tuvo más de 300 novedades impresas, una cifra superior a las mil en formato digital, se presentaron unos 4 mil títulos, y se vendieron más de un millón 159 mil ejemplares.
Colombia fue invitada de honor, pero vale significar, tal y como lo acotó Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro (ICL), que por primera vez concurrieron a la Feria 54 naciones.
De un extremo a otro del país el libro fue núcleo alrededor del cual giraron otras manifestaciones artísticas: la plásticas, el diseño, el cine, las manualidades, y en Santiago de Cuba muy particularmente la música, con la trova como eje central, en tanto compartieron fecha de desarrollo la Feria del Libro y el Festival Internacional Pepe Sánchez.
Resultaron recurrentes las presentaciones de libros, las lecturas comentadas, la premiación de concursos, los encuentros entre escritores y públicos, paneles, conferencias, proyecciones de audiovisuales, y los homenajes a autores destacados de las provincias, además de los recibidos en todo el país por aquellos a los que se dedicó el evento: Araceli García-Carranza y Julio Travieso.
La acción final de la XXXI Feria Internacional del Libro Cuba 2023 fue la presentación, en el Salón de los Vitrales de la Plaza de la Revolución santiaguera, de Fidel, texto de la periodista y escritora Katiuska Blanco, quien aseguró que este acercamiento al hombre excepcional, humano y sencillo que fue el Comandante en Jefe, busca penetrar en el sentimiento de los más jóvenes.
Publicado bajo el sello Ediciones Alejandro, es la primera obra salida de la imprenta El Cubano Libre del Centro Fidel Castro Ruz, y al decir de Omar Valiño, director de la Biblioteca Nacional José Martí, quien hiciera la presentación, deviene síntesis de una vida larga y frondosa.
La jornada de clausura este 19 de marzo fue ocasión propicia para el reconocimiento, con la Medalla Alejo Carpentier y la Distinción por la Cultura Cubana, a artistas e intelectuales de Santiago de Cuba, y de otras provincias, entre ellos trovadores, justo en el día a ellos dedicado.
Al cierre de la Feria del Libro, en el Salón de los Vitrales de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, asistieron las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia santiaguera, José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, respectivamente, Alpidio Alonso, Ministro de Cultura, Juan Rodríguez Cabrera, presidente del ICL, entre otras personalidades.