Los organizadores del capítulo cienfueguero de la edición XXXI de la Feria Internacional del Libro no circunscribió, como se ha hecho tradicional, su programa de actividades a la comercialización de números ejemplares y títulos y a otras actividades diversas, de las denominadas colaterales, sino que también concibió la llegada de la “fiesta literaria” a colectivos laborales, estudiantiles, militares…
Por ejemplo, ayer en la Delegación Provincial del Ministerio del Interior (Minint) ocurrió las presentaciones de las obras Testimonios de un chofer, de José Alberto León Lima; Amigos que ya no están II, de Luis Báez, y Primo Gordo, de Alberto Vega Falcón, prolífero autor de esa provincia.
Y estará también, en la Casa de los Juristas con El sabor del instante, de Eugenio Marrón. En la Universidad de Cienfuegos (UCf) Carlos Rafael Rodríguez realizaron el panel Narrativa cubana actual: senderos, bifurcaciones, con la participación de Rafael de Águila y Dunia Pino Bermúdez.
También la Feria irá hasta la Escuela de Arte Benny Moré; la escuela Fernando Pérez Guadarrama y José Martí, ubicadas en el reparto de Caunao, la Facultad Pedagógica Conrado Benítez, de la UCf; la Dirección Provincial de la Fiscalía General de la República (FGR); la Escuela Provincial de la Defensa; la Empresa Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes; el Destacamento de Tropas Guardafronteras (TGF); centros penitenciarios, y el Hogar de Ancianos, y otros.
Visita del Ministro de Cultura
Durante la jornada inicial de la Feria en ese territorio central, Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, acompañado por autoridades de Cienfuegos, entre quien estuvo Marydé Feraández López, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en ese territorio, recorrieron áreas de venta, otras instalaciones, como el Museo Provincial, y participaron en el espacio Leer la Historia, en los Jardines de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).