La primera noche-madrugada del V Clásico Mundial de Béisbol no por esperada y optimista dejó el mismo resultado que la última presentación en la cuarta edición del 2017: derrota contra Países Bajos, ahora 4-2. Para algunos fue un guion bien estudiado, para otros una puesta en escena que veíamos venir con preocupación desde los topes de preparación. ¿La producción de carreras?, bien…. Gracias….
El cambio del abridor anunciado (Tom de Blok en lugar de Lars Haujier) fue quizás el punto más vulnerable que nos dieron los tulipanes y no supimos aprovecharlo, en un primer inning donde llenamos de corredores las almohadillas por boletos y un doble play en rolata de Lorenzo Quintana les sirvió en bandeja nuestras falencias para producir carreras. ¿Era tan, pero tan difícil levantar la bola en busca de un fly al menos?
Abrir la pizarra del partido y del certamen en las piernas de Yoelkis Guibert por doble de Yadil Mujica en el segundo episodio nos llenó de una alegría poco justificada, pues los hombres llamados a tirar del tren con la fuerza de la experiencia en la Major League Baseball (MLB) se notaban lejos de su verdadera calidad. Ni Yoan Moncada, ni Luis Robert Moirán ni Yoennis Céspedes (segundo, tercero y cuarto en la alineación) se colocaron como es debido la chaqueta de empujar un equipo.
El camagüeyano Yariel Rodríguez tiró cuatro entradas eficientes, económicas y por encima de lo que muchos pensábamos. La igualada en el tercero sobrevino con dos conexiones de poca monta, pero sencillos al final y que se complementó con un excelente corrido de bases de Roger Bernandina tras hit por encima del torpedero de Didus Gregorisu.
La Bestia Negra asomó de nuevo en el sexto capítulo antes un Onelkis García que saltó del box tras boleto y cañonazo. En su auxilio el tunero Carlos Juan Viera repartió escón de ponches, pero no pudo impedir dos hits de oro de sus contrarios, a la cuenta del jardinero Josh Palacios y el receptor Chadwick Tromp, este último el clásico fly que pica entre tres fildeadores. La honra la salvarían de nuevo Guibert y Mujica en el octavo con doblete del primero al izquierdo e impulsada del matancero en rolata por segunda.
EMPRENDAMOS ENTONCES EL VIAJE A LAS MORALEJAS DEL PARTIDO:
– La producción de carreras y la receptoría, dos aspectos que vimos con preocupación en los topes, aquí saltaron sin solución. Con tres indiscutibles (por cierto todos tubeyes) no es posible remontar marcadores ni triunfar en juegos como estos. Después de las bases llenas del primer inning, embasamos apenas seis hombres más, de los que anotaron dos. En el caso de las bases robadas a nuestros enmascarados, este miércoles empezaron por dos y se trataba de uno de los equipos más lentos del torneo.
– Luis Robert Moirán, el pelotero de más calidad de los que están activos en la MLB en ese equipo y uno de los más seguidos por la prensa especializada en Taichung, se tomó tres ponches con bolas bien malas y solo en el octavo inning pudo pegarle bien a la esférica. Como vaya Moirán así irá el equipo Cuba. No es comprensible tampoco que sea sorprendido en segunda como pasó en ese episodio.
– Tres jugadores muy positivos: Yariel Rodríguez, Yoelkis Guibert y Yadil Mujica. El primer convenció a quienes no lo vislumbramos abridor; el segundo entró a última hora por una lesión de Despaigne y volvió a gritar desde su rendimiento: “puedo enfrentar este nivel”. En el caso de Mujica, también sustituto de corre-corre por los días que estará fuera Andy Ibañez, se le vio además de oportuno remolcador muy comprometido y suelto, tanto a la defensa como con el madero.
– Todos vimos el disfrute, el desenfado y la celebración de la primera carrera, luego afloraron las tensiones de siempre y desde el quinto inning no se notaba un rostro divirtiéndose en el juego, sino demasiada tensión. Y está demostrado que así, dentro de un cajón de bateo, no salen ni buenos swines y mucho menos carreras.
– La alineación quizás merezca revisión de necesidad. ¿Es Lorenzo Quintana el mejor hombre para tapar a cuarto y quinto bate? ¿Cómo aprovechar más la excelente forma deportiva de Guibert sino es subiéndolo en responsabilidad?
– Sin grandes atrapadas levanta-gradas estuvo muy bien la defensa de ambas selecciones; y aunque Carlos Juan Viera no aparecía entre los posibles serpentineros a utilizar se le dio una “papa bien caliente”, que no pudo infelizmente resolver, aunque estaba dominante con su rompimiento mejor que con la recta.
– Lecciones de béisbol: No por poncharse más (13) se hacen o producen menos carreras. Los europeos aprovecharon hasta el mínimo detalle que dejamos y con siete hits se impusieron por cuarta ocasión a Cuba en Clásicos Mundiales. Cuba apenas tuvo cuatro desenlaces por la vía de los strikes y la sombra de la derrota se apreció desde el segundo tercio del juego.
– Nada está perdido aún en el Clásico, pero dijimos que las expectativas de un equipo como este debían ser moderadas. Un éxito en el arranque nos hubiera dado pie y medio hacia la siguiente fase, pero tras lo visto y si no hay reacción total ante Italia este jueves, el tren con jugadores MLB y preparación de un mes por Asia, pudiera no cumplir el reto que advertimos y que todos nuestros equipos lograron en 2006, 2009, 2013 y 2017: llegar al menos a cuartos de final.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
Lo de siempre, decepcionante actuación. Pero lo peor es la dirección incapaz de darse cuenta de los problemas de los «regulares» y no usar emergentes. En el artículo hay un error grave. Si te anotan carreras (lo que le paso a C.J. Viera) no hay escón. No resolvió.