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Nuestro homenaje a Chávez: acompañarlo y seguirlo siempre

El evento, a propósito de los diez años de la “siembra” del líder bolivariano, reunió en Caracas a decenas de intelectuales, líderes políticos, sindicales y de movimientos sociales de la región impactados por el legado de Chávez.

 

Foto: Estudios Revolución

 

Entre las intervenciones sobresalieron las de los expresidentes Rafael Correa y Evo Morales; los primeros ministros Roosevelt Skerrit y Ralph Gonsalves, de las islas caribeñas de Dominica y de San Vicente y las Granadinas; así como los mandatarios Luis Arce Catacora, de Bolivia, y Daniel Ortega, de Nicaragua.

Durante su discurso, el líder cubano recordó que dentro de unas pocas semanas cumplirá 92 años: “Empecé en la lucha revolucionaria con 22, y en tantos años hemos experimentado el dolor por la pérdida de muchos compañeros. Algunos muy jóvenes o en el momento de mayor esplendor de sus vidas, como Chávez”, dijo.

“Recuerdo la preocupación que vivimos cuando enfermó, y también la valentía con que enfrentó la enfermedad. Con mucho dolor sufrimos su partida.

“Chávez fue nuestro hermano de lucha. Se ganó instantáneamente la simpatía de nuestro pueblo. Muy temprano Fidel vio en él a un líder y avizoró su futuro político cuando todavía muchos ni lo conocían.

“Chávez tenía el mismo ímpetu revolucionario que anima a la Revolución cubana. La idea de Fidel de que la victoria existe mientras se luche estaba en el ideario de Chávez. El concepto de que sí se puede aunque los retos sean inmensos, lo llevaba a la práctica cotidianamente”.

 

Foto: Estudios Revolución

 

“Recuerdo que Chávez nos pregun­taba mucho acerca de la gesta revo­lucionaria. Había leído mucho, pero quería vivirla, conocer la historia íntima de la proeza que realizó el heroico pueblo cubano”, narró.

Al rememorar momentos que marcaron la relación, señaló que tras la operación quirúrgica a Fidel (en el año 2006), Chávez lo visitó. Fue en agosto de ese año: “Ocasión en la que compartimos los tres por varias horas y celebramos el cumpleaños de nuestro Comandante”.

Diez años después Maduro compartió también con Fidel su úl­timo cumpleaños, precisó: “Siem­pre recordaré el cariño y el aliento que le daban Chávez y Maduro a Fidel en esos momentos tan difíci­les para la salud del Líder Históri­co de la Revolución cubana”.

Chávez en expresión de su espe­cial relación con Fidel y de su sen­sibilidad, había tenido la idea de pintarlo, contó Raúl. Pero tras una semana de intentos cuyos resultados no le satisfacían, le trajo un cuadro de un pintor venezolano:

“Esto me dio la idea de obsequiar a nuestro querido hermano Chávez, en ese mismo encuentro, un retra­to de Fidel realizado en 1959 por el gran pintor mexicano David Alfaro Siqueiros. Lo tenía en mi oficina del Comité Central de nuestro Partido. Recuerdo que Chávez dijo: ‘Esta es la mejor de todas las visitas que he hecho en mi vida’ y sobre Fidel ex­presó: ‘Qué ser humano este, de qué material está hecho, es como dicen ustedes los cubanos, de caguairán’”.

El siguiente encuentro no de­moró, ocurrió el 1.º de septiembre del 2006: “De regreso de una gira por otros países, Chávez decidió sorprender a Fidel y llegó hasta La Habana. Llegó temprano y le pidió disculpas a Fidel pues sabía cómo era con el descanso y el trabajo. Una vez le preguntaron cuál era el trabajo que menos le gustaba y dijo que dormir, por las horas que tenía que invertir en eso.

“Fidel le dice que no importa la hora, que le alegraba la visita y le da un millón de gracias. Y Chávez responde: ‘Qué gracias ni qué nada, caballero de la resistencia heroica, caballero de la verdad’, una frase impactante de esas que Chávez sa­caba del corazón.

“Un tiempo después, cuando Chávez nos visitó de nuevo, tuvi­mos los tres una conversación por casi dos horas que se concentró en nuestras preocupaciones por los altos precios de los alimentos, en­tre otros asuntos. Ambos enlaza­ban sus ideas con esa descomunal capacidad de pensar en grande.

“Fui testigo también de un pro­ceso similar, pero a la inversa: Fidel visitaba a Chávez en La Habana cuando el hermano venezolano fue operado. Nuevamente los dos líderes no dejaban de planificar cómo con­vertir sus sueños en realidad.

“Una de las fortalezas del li­derazgo de Chávez era su lealtad a los principios y compromisos que asumía. Él trazó metas que nos iluminan el camino”.

El legendario General de Ejér­cito reiteró que “el pueblo cubano identificó rápidamente las cualida­des de Chávez, su carisma, simpatía y don de pueblo. Cuando se conoció que estaba enfermo, indagaba por su estado, por la evolución de su salud y preguntaba qué se podía hacer. La muerte de Chávez causó un profun­do dolor en el pueblo cubano. Los pueblos no se equivocan con sus lí­deres”, subrayó.

Luego de la partida del líder bolivariano, “Fidel escribió con vehemencia y dolor, en una de sus reflexiones publicadas en nuestra prensa: ‘En horas de la tarde falle­ció el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano a lo largo de su historia’.

“Chávez y sus compañeros de lucha estremecieron al continente, impactaron la historia contempo­ránea de Nuestra América.

“Hemos sido testigos de la guerra económica para derrocar el proceso bolivariano, y también hemos pre­senciado con orgullo que el pueblo venezolano ha sabido defender sus conquistas y no defraudar a Chávez.

“Hemos sido testigos, también, del liderazgo de Maduro para con­tinuar la obra de Chávez y su ca­pacidad para resistir y vencer. En esa batalla Cuba estuvo y estará al lado de su pueblo, Nicolás, al lado tuyo, y de la unión cívica militar del pueblo bolivariano y chavista.

“Ese es nuestro homenaje a Chávez, acompañarlo y seguirlo siempre”, concluyó el líder cubano.

 

Jornada de reivindicación amorosa

El Presidente del Estado Plurina­cional de Bolivia Luis Arce Cata­cora aseguró en su discurso que “el legado más importante del Co­mandante Chávez es que nos ha abierto los ojos acerca de que la construcción de una nueva socie­dad sí es posible; que los revolucio­narios, los socialistas, no somos un invento”, pero es necesario luchar, combatir con mucho amor para construir la Patria Grande para todos los latinoamericanos.

Recordó que el Banco del Sur, la Alianza Bolivariana para los Pue­blos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), y la integración de Latinoamérica son parte de la vocación revolucio­naria y antimperialista de Chávez.

Ralph Gonsalves, Presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Ca­ribeños (Celac), relató que conoció a Chávez luego de ser electo por primera vez como Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas (2001): “Desde entonces y hasta el 2013 batallamos juntos contra el capitalismo hegemónico, por la unidad de las civilizaciones de América Latina y el Caribe”, dijo.

“Lo primero que me percaté es que amaba a los pueblos de la región con empecinamiento, inclu­so en medio de tempestades. Era una fuerza de la naturaleza fra­guada en el espíritu de la batalla para combatir al imperialismo y a la oligarquía nacional; pero era gentil y cariñoso con los pueblos, con las víctimas del genocidio de la conquista y la esclavitud. El amor a la gente estaba en su sangre, arraigado a sus huesos.

“Hugo Chávez murió invicto. Su espíritu no podía ser conquistado, el imperialismo nunca pudo, tampoco la muerte, por eso sigue vivo.

“Cuando le llamamos Coman­dante Eterno no es retórica, sig­nifica que él, sus ideas, ejemplo y vida, siguen con nosotros. Vive en y entre nosotros”, sentenció el líder caribeño que por estos días recibió el título de Doctor Honoris Causa, otorgado por la Universidad Boli­variana de Venezuela.

“Es muy poco probable que vuel­va a encontrarme con unos revolu­cionarios como Fidel Castro y Hugo Chávez en lo que me resta de vida. Ellos son fuente de inspiración, guía, nada podemos hacer que trastoque las ideas que ellos defendieron”, alertó el dignatario caribeño.

Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua, también evocó su pri­mer encuentro con Chávez. Ocurrió en Cuba, en la Plaza Simón Bolívar, en La Habana Vieja: “Al escucharlo pensé que era un milagro, ya no era un militar golpista, sino un revolu­cionario formado en el Ejército.

“Hugo Chávez es la síntesis de las luchas del pueblo venezolano, desde los primeros invasores has­ta las históricas victorias obtenidas por la vía electoral. Y es que la Re­volución Bolivariana consiguió ir contra ‘la ley de la gravedad’, triunfó no por las armas, sino en las urnas. No podemos olvidar el golpe artero y cobarde contra Salvador Allende en Chile al intentar ese camino”, re­flexionó el Comandante sandinista.

“A Chávez, como a Fidel, lo sentimos nuestro. Ellos son parte de nuestra historia, de nuestras vidas, de nuestras familias”, in­dicó.

A partir de las injustas san­ciones que pesan sobre Venezuela y otros países, Ortega cuestionó el rol de las Naciones Unidas: “¿Para qué sirve la ONU si la inmensa mayoría ha condenado el bloqueo de EE. UU. contra Cuba y no pasa nada? Ah, sí, sirve para calumniar, injuriar y aprobar sanciones con­tra pueblos heroicos que apoyan la lucha de otros pueblos también heroicos como son los de Cuba, Ve­nezuela y Nicaragua”.

La jornada, calificada por el Presidente Nicolás Maduro como “huracán de amor”, “reivindica­ción amorosa de la memoria de nuestro Comandante”, propició que dignatarios y líderes de 55 países participaran del Encuentro y se sumaran a otras actividades organizadas por Venezuela, en­tre estas la visita al Cuartel de la Montaña y al mausoleo que guar­da allí los restos del Comandante Eterno. |

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