El adiós está negado para Juan Antonio Borrego Díaz. La despedida no se consuma para ese paradigma del periodismo espirituano y cubano. La impronta del hombre bueno, motivador y creativo trasciende a la eternidad con la constitución de la Cátedra Honorífica dedicada al insigne periodista espirituano.
Los sollozos y las lágrimas de quienes lo quisieron y admiraron, fueron el bautizo para esa iniciativa del colectivo del periódico Escambray, la Universidad José Martí de Sancti Spíritus y la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), “un proyecto que encumbra la creación y la virtud de Juan Antonio” sentenció Yoleisy Pérez Molinet, editora del rotativo espirituano, durante el acto constitutivo de la cátedra.
“Permitirá distinguir aún más el desempeño profesional de quien mereció el Premio provincial por la obra de la Vida Tomás Álvarez de los Ríos”, acotó, “en tanto hurgará en otras funciones asumidas por Juan, incluidas el rol de diputado al Parlamento cubano desde 1998 hasta su fallecimiento” (en el 2021), detalló.
Un dossier, síntesis de la vida y obra de Borrego- ya publicado en el sitio web de Escambray- es la primera acción de la institución que apuntala líneas de investigación referidas al liderazgo en las organizaciones periodísticas como mediación en la gestión editorial, la corresponsalía y su impacto en la agenda de los medios nacionales, o el estilo periodístico en la era de la convergencia.
Ricardo Ronquillo Bello, presidente nacional de la UPEC se refirió a Borrego “como un gran asesor de la prensa cubana y un adelantado a la transformación del modelo de prensa en el país”. Catalogó a la cátedra como la forma más hermosa de continuar ese camino hacia el futuro.
A la ceremonia, efectuada en el contexto conmemorativo por el día de la Prensa Cubana, el aniversario 40 de la fundación de la universidad espirituana y los 45 años de Escambray, asistieron las máximas autoridades políticas y administrativas del territorio, el colectivo del semanario espirituano, familiares, amigos y colegas de otros medios.
Ese amigo, ese grande, merecía ese reconocimiento. Gracias Sancti Spíritus¡¡¡¡¡¡