El desempeño de los innovadores y racionalizadores en Las Tunas cerró el dos mil 22 con valiosos aportes a la sostenibilidad de numerosos procesos de producción de bienes y servicios, en todos los frentes de la vida económica y social local, aunque los aportes monetarios no reflejen en su totalidad los resultados.
Sin embargo, esas contribuciones, en su inmensa mayoría, no recibieron la estimulación establecida por la Ley 38, porque 55 entidades incumplieron las normativas referidas a la tramitación de los trabajos, según trascendió en el balance anual del quehacer de la asociación que los representa.
Los casi ocho mil integrantes de este movimiento han dado muestras de respaldo a las medidas aprobadas para el perfeccionamiento de la empresa estatal socialista, con propuestas de soluciones y alternativas que contribuyen, además, a mayores ingresos al plan, a elevar los índices de eficiencia, el ahorro, la producción y la calidad.
Y las administraciones aplauden el apoyo, “pero muestran pereza para dar el estímulo que las normas jurídicas establecen y se aferran a cualquier pretexto que no siempre tienen un fundamento objetivo”, sostiene Yaneicy Ávila Escalona, presidenta del Buró Provincial de la Asociación.
Entre las infractoras, el informe presentado al plenario distingue a empresas de los sindicatos Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros; Azucarero; Construcción, Educación, Ciencia y Deporte; Salud Pública, y Transporte, todas beneficiadas con el resultado del ingenio colectivo que dan vida a tecnologías obsoletas, suplen carencias de piezas de repuesto y sustituyen importaciones. Eso no es justo ni tiene justificación.
Lidier Águila Machado, presidente del Buró Nacional de la Anir, fue preciso, “hay entidades que necesitan ya una llamada de atención gubernamental, pues incumplen la Ley y lineamientos de la Política Económica y Social de la Revolución en lo referido a la ciencia y la innovación tecnológica como herramientas de la resistencia creativa”.
Águila Machado también insistió en la importancia de defender en la planificación económica, desde la etapa inicial de las demandas, el financiamiento que sustente el desarrollo de las innovaciones para asegurar los proyectos que tanto bien hacen a la economía nacional.
En tanto, el de los Trabajadores Civiles de la Defensa fue exaltado como el más destacado, pues todos sus organismos le dan la importancia que esta actividad tiene en tiempos de escaseces y cuando el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel ha llamado reiteradamente a resistir y crear. Eso hacen los innovadores y racionalizadores.
Desde mi apreciación personal toda la responsabilidad de estas irreverencias a la legalidad no la tiene la Anir como pudiera pensarse y algunos proclaman, “las administraciones reclaman capacitación y las organizamos, pero casi siempre acuden a esas acciones las entidades que marchan a la vanguardia, las otras siguen al margen”, fustiga Ávila Escalona.
Pienso que lo que ha faltado es asumir este encargo con la responsabilidad que entraña en lo que la autopreparación juega un rol fundamental, pues todo está escrito y hacerlo es posible como lo demuestra Muebles Ludema, por solo citar un ejemplo, porque hay otros, “en nuestra UEB el primer innovador es el director”, dijo Tania Hernández Guerra, representante de la Anir en esa unidad y reseñó cómo tienen organizada la labor.
“Donde las administraciones no colaboran con sus estructuras todo es más difícil”, ese es el consenso generalizado entre los participantes en el encuentro y no es improvisación, el razonamiento es fruto de la experiencia.
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