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¿Demasiados gigantes o saber a jugar exactos?

La madrugada volvió a ser de béisbol. Y hay que reconocerlo de buen béisbol, aunque hayamos encajado la segunda derrota (2-0) en estos topes de preparación rumbo al V Clásico Mundial. Ahora los Gigantes de Yomiuri no hicieron gala de su tamaño, sino que supieron jugar exactos, algo que le cuesta mucho a los equipos cubanos desde hace muchos años.

El resumen es bastante claro. Las dos carreras se produjeron por aprovechar los errores del contrario, es decir, de nuestra selección. En el tercer inning le embasaron a Yoanni Yera el primer hombre por hit, luego robaron la base y Ariel Martínez cometió error en tiro, lo que permitió el avance a tercera. Desde ahí un wild pitch (fildeable para un receptor de este nivel) le abrió las puertas a los anfitriones.

La segunda sobrevino en el octavo después de dos outs, cuando Franklin Quintana soportó par de sencillos, y tras tener al bateador en turno en dos strikes lo llevó a tres bolas y en el último envío cometió otro wild pitch, esta vez indetenible por Andrys Pérez, quien había entrado a jugar por Ariel desde el quinto.

¿Y qué pasó con los maderos nuestros? Solo Dayán García y Erisbel Arruebaruena pudieron pegar incogibles (dos pér capita), en tanto en cuatro entradas el pitcheo local retiró a nuestros bateadores de 1-2-3. La única amenaza algo seria de la tropa de Armando Johnson resultó en el quinto, cuando Dayán y Arruebaruena pegaron cohetes, pero Mujica y Roel fallaron en fáciles rolatas por el cuadro.

Una vez más en un cerrado juego de pelota se demuestra que la defensa es clave y la receptoría más, algo que venimos alertando desde el primer compromiso de estos topes. Ahora los corredores de los Gigantes salieron cada vez que se embasaron, incluso con Yariel Rodríguez en el segundo capítulo un robo demorado que sí pudimos abortarlo pudo habernos costado una carrera.

Es cierto que faltan al menos cinco jugadores decisivos en la alineación: Luis Robert Moirán, Yoan Moncada, Yoennis Céspedes, Andy Ibañez y Lorenzo Quintana, pero seguimos apreciando dudas sobre un Roel Santos que no despega a su ritmo, el capitán Despaigne no logra los ajustes esperados; en tanto fue alentador el despertar de Arruebaruena, con mucho más paciencia en el home.

Antes de partir a tierras taipeianas para algunos desafíos más con equipos profesionales de esa nación, le resta un último encuentro con los Halcones del Softbank, para el cual se anunció a Elián Leyva como abridor. Con la excepción del tercer cotejo contra las Golondrinas de Yakult, la ofensiva y la producción de carreras aprovechando todos los recursos del béisbol (así nos dan clases los japoneses todos los días) siguen siendo la asignatura pendiente de esta selección, a lo que se suma una defensa más hermética, sobre todo detrás del plato.

Si ayer hablamos de la mejor cara, hoy podemos asegurar que saber ganar juegos como el de hoy será decisivo en el Clásico. ¿Aprenderemos lo que antes hacíamos fácilmente?

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