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Día del Trabajador de la Aviación Civil: La nave azul

Matanzas.— Son las once de la ma­ñana y el sol incomoda tanto que solo se le puede esquivar con el sombrero.

 

El colectivo del aeropuerto mereció el Premio del Barrio. Foto: Tomada del Twitter de Gerardo Hernández Nordelo

José Antonio García Manso no es el único allí. Hay otros hombres y mujeres de la unidad empresarial de base (Ueb) Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez, habituados a labores similares en Carbonera y Regalito de Maya, asentamientos integrados en la circunscripción nú­mero 8, atendida por la entidad.

“Si el director es el primero en dar el paso sin importar la tarea cómo no lo vamos a seguir”, confiesa Luisa M. Dickinson, especialista en actividad comercial, y dirige la mi­rada hacia García Manso.

Yamilé Smith lo asegura: “Ejemplo personal y buen corazón hacen falta en un cuadro no solo para lograr resul­tados sino también para extenderlos a barrios como este. Lo digo con la pro­piedad de ser trabajadora del área de defensa en la Ueb y también delegada del Poder Popular. Puede preguntar cuánto se hace por los de aquí”.

La administradora de la bodega, Daiselis Torres, agradece el apoyo recibido; mientras, recostada al mos­trador en espera de sus mandados, Iliamid Leyva no olvida los días del agua traída en pipas, la turbina repa­rada, los caminos mejorados, la ahora más bonita escuela, las luminarias de la calle principal o los espacios recrea­tivos como la sala de 3D y la discoteca facilitados por el aeropuerto.

Yamilé invita a visitar a Aida San­tana, entre las 18 familias con situación de vulnerabilidad. Bastó el abrazo de la anciana de 86 años para entender el alcance de la obra realizada por el co­lectivo de la terminal aérea, una suerte de nave azul que también aterriza con todo su amor en el hogar de niños sin amparo familiar.

Si lo hecho para alegrar la vida de los chicos de ese centro es ya maravi­lloso, no lo es menos la contribución a la sala E de puerperio quirúrgico en el hospital materno de la provincia. “A la colaboración con la estética, el mante­nimiento, la pintura… se une la siste­mática limpieza efectuada por trabaja­doras del aeropuerto. Eso es altruismo”, reconoce la directora de la institución, la doctora Yamira López García.

 

Un premio y otra sede

Norlenis Serpa Santos, coordinador provincial de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), califica de re­ferencia la labor de apoyo integral co­munitario del Aeropuerto Juan Gual­berto Gómez.

A su juicio, si con resolver plan­teamientos acumulados por años ya había hecho méritos suficientes para ser galardonado, la distinción de Centenario en donaciones de sangre o la entrega de materia prima va­lieron también para que ganaran el Premio del Barrio.

“Todo ello este colectivo lo con­sigue sin abandonar su objeto social como el segundo aeródromo en im­portancia de Cuba, único cinco ve­ces seguidas Vanguardia Nacional”, agrega oronda Talía Font Silva, se­cretaria general del Sindicato Pro­vincial de Transporte y Puertos.

“Precisamente los índices de ca­lidad, eficiencia, seguridad en los servicios a las aerolíneas y la satis­facción de los clientes registrados en el 2022 lo llevaron a ganar la sede nacional por el Día del Trabajador de la Aviación Civil. No podía haber mejor regalo”.

 

Presente y futuro en manos jóvenes

Promovido hace solo unos días a jefe de un área tan estratégica como el Departamento de Tráfico Interna­cional de Pasajeros, Andy Roger Ló­pez Bacallao encarna quizás más que ningún otro dirigente allí la apuesta de la Ueb por sus jóvenes.

A sus 27 años asevera tener un presente y futuro garantizados en un sitio hábil en sacar provecho de las medidas para transformar la empre­sa estatal socialista, sector encarga­do, afirma, de crear los bienes y ser­vicios para sacar al país adelante.

“No es una misión fácil la que ahora tengo luego de siete años en el sistema de la Aviación Civil. Mi suer­te está en directores como el de aquí, y en subordinados con dos décadas y más de experiencia. Con ellos cuento para crecer día a día”.

En tercer año de Licenciatura en Derecho está Andy. Él y otros de su edad o menores aún, reciben los be­neficios de un aeropuerto que mejoró la escala salarial con el Decreto 53, paga utilidades, invierte en 20 casas para trabajadores, y también extien­de sus alas más allá de sus fronteras. De lo que tiene que superar, porque no hay obra perfecta, podría hablar­se en otro reportaje, este pretende aplaudir un ejemplo que mucho ne­cesita la Cuba de hoy.

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