Ello se puso de manifiesto con la evaluación sistemática de las políticas aprobadas en función de una mayor autonomía a la empresa estatal socialista, específicamente respecto al empleo y salario en sus centros, a la importante distribución de utilidades, así como con el fortalecimiento de la vida interna y funcionamiento de la organización sindical, entre otras vertientes de su labor.
En tal sentido llamó la atención la participación en los análisis del compañero Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento Económico-Productivo, quien demandó el necesario aseguramiento político a la economía desde los sindicatos, la elevación de la cultura económica de los trabajadores y la socialización de buenas prácticas en esa esfera.
Entre otras exigencias, los sindicalistas pidieron una mayor atención para quienes laboran en las áreas contables de las empresas, y expresaron lo primordial de ampliar el objeto social de entidades dedicadas a la seguridad y protección.
Marta Elena Feitó Cabrera, ministra del Trabajo y Seguridad Social, destacó las muchas medidas que descentralizan facultades de la mayor importancia en el sector empresarial, fundamentalmente sobre empleo y salario. “Son medidas audaces —dijo— que no siempre fueron acompañadas de la mejor preparación”.
Subrayó asimismo las insuficiencias apreciadas al distribuir utilidades sin respaldo productivo o que benefician más a los que menos aportan en la cadena de valor.
Leobanys Ávila Góngora, del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, refirió la negativa sindical a iniciar algún proceso laboral si no existe el más adecuado aseguramiento político, mucho menos si incluye disponibilidad de trabajadores.
Además pidió a los sindicalistas no circunscribir solo al salario la fluctuación laboral existente. “Es un asunto multifactorial, vinculado también con la atención al hombre, con el ambiente laboral y con otras causales que lo agilizan o no”, refirió.