Cuando aquel casi recién graduado de la Cujae que era el ingeniero informático Frank Cruz Valbuena comenzó en el año 2015 como programador en Etecsa, casi nadie sabía de qué hablaba si decía que trabajaba en Transfermóvil. “Con el transcurso del tiempo es impresionante como se expandió su uso a grandes saltos”, contó.
Y las estadísticas del empleo de la popular plataforma de pagos que aporta el hoy especialista principal del Departamento de Desarrollo y Aplicaciones de la División de Negocio Digitales, de Etecsa, son convincentes: 28 operaciones por segundo como promedio y más de 75 millones al mes. Más de 60 servicios y acercándose ya a los 4 millones de usuarios, quienes le conceden una evaluación de 4.85 puntos de un máximo de 5.
“Desde el primer día supe que este proyecto sería de gran impacto en mi vida y en la sociedad, pero nunca imaginé cuánto”, dijo al ver en retrospectiva este servicio que este 10 de febrero cumple oficialmente sus ocho años de creado.
Frank fue el segundo desarrollador que tuvo Transfermóvil, y junto con Olain Hernández Romero —a quien reconoce como “su amigo y mentor”—, y el líder el proyecto Julio García Trápaga, conformaron el reducido equipo inicial, que hoy ha crecido hasta contar ya con ocho programadores.
Directa o indirectamente, Cruz Valbuena ha estado implicado en casi todos los procesos de desarrollo de la plataforma. “El abanico de conocimiento ha sido amplio y ha contribuido de una forma favorable en mi crecimiento profesional”, evaluó, al rememorar su primera tarea, “no exenta de dificultades”: desarrollar la aplicación (APK) que hoy funciona en los celulares de millones de clientes.
Explicó Frank que Transfermóvil “siempre fue obra de un pequeño equipo, pero interconectado con muchas personas, amigos y profesionales de las distintas entidades con las que hemos interactuado a lo largo de los años”.
“Esto nos ha reportado una infinidad de experiencias, conocimiento y, sobre todo, la gran responsabilidad que implica estar en el medio de tanto y ver cómo va creciendo en magnitud y uso”, valoró este joven que dice no intimidarse por eso, y apreciarlo como una motivación para cada día mejorar como profesional y persona.
Entre los momentos los más duros, señaló el periodo de la Covid-19: “Nunca paramos de trabajar. La pandemia cambió muchas cosas. Hubo incertidumbre, salir a la calle y poner en riesgo tu salud o la de tu familia era preocupante. Sin embargo, había que hacerlo y lo hicimos, porque comprendíamos la utilidad que reportaba Transfermóvil para que pueblo no tuviera que exponerse a colas, al facilitar el pago de servicios o compras sin contacto físico. Así logramos que el sistema mantuviera siempre disponible y creciendo en nuevos servicios. Ese era y es nuestro compromiso”.
Trabajar con una plataforma que está en la mira constante de una clientela de millones de personas que presiona ante cualquier fallo o dificultad técnica no resulta asunto sencillo. Su desarrollador admitió al respecto que “ha habido momentos complicados, cuando sacamos servicios esperados por la población y sabes que pequeños errores o grandes, lo ven miles de personas. Eso te mantiene alerta y siempre escuchando. Debes escuchar y usar mucho el sentido común”.
“Ante las dificultades hay una sola salida: nunca darse por vencido. Ya no hay marcha atrás. Buscar soluciones y alternativas siempre es posible, solo hay que quererlo y enfrentarse a lo que venga. Esos momentos vienen cuando menos te los esperas, pero cada cosa negativa que ha pasado la hemos tratado de superar lo mejor posible y crecernos ante la adversidad”, expresó, al caracterizar a su equipo como “una maquinaria incansable de ideas y soluciones”.
El joven padre agradeció también a su familia, su esposa Yaíma, su hija Jennifer, de 14 años, y el pequeñín Frank Daniel, de siete: “sin su apoyo no habría logrado lo que soy. Ha habido noches de ausencia, cansancio, llegadas tarde y largas horas sin vernos. Pero siempre han comprendido y respaldado. Y eso me llena de gratitud, energía y ganas siempre de seguir hacían adelante”.
De hecho, Frank mencionó como una de sus mayores satisfacciones la reacción de sus niños “cada vez que alguien o en los medios de se menciona a Transfermóvil. Ellos enseguida me miran con un brillo de orgullo en los ojos y me dicen: ¢mira, papá, lo que tú haces¢. Realmente eso te llega profundo y te llena de una gran satisfacción”.
Como fundador, auguró que el futuro “siempre será crecer y evolucionar hacia nuevos horizontes y reforzar lo que ya tenemos. Transfermóvil es sinónimo de interconectar, enlazar servicios, plataformas, personas, y para eso no hay fronteras o límites, solo necesidades e ideas en la búsqueda de cómo contribuir aún más a la sociedad y a la informatización del país. Estamos haciendo historia y seguiremos”.