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Las transitarias se han estabilizado, pero hay deficiencias y quejas

Por Yuniel Labacena

¿Si las estadísticas hablan de estabilidad y resultados favorables, por qué persisten las reclamaciones de los clientes? La pregunta despertó este viernes abundantes reflexiones en un encuentro del miembro del Buró Político y primer ministro de la República, Manuel Marrero Cruz, con representantes de las empresas que reciben y distribuyen los bultos que llegan a Cuba desde otros lugares del mundo, y que tienen como destino a las personas naturales.

 

El primer ministro de la República, Manuel Marrero Cruz se reunió con representantes de las empresas que reciben y distribuyen los bultos que llegan a Cuba. Foto: Estudios Revolución

Según datos ofrecidos en la reunión —que contó, además, con la participación del vice primer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca—, al cierre de enero existían en el país 75 823 paquetes por entregar a la población y, de ellos, 1 251 con más de 30 días, números que tal vez no sean alarmantes si los comparamos con años anteriores, pero siguen siendo altos y generan muchas insatisfacciones.

Ya lo decía el Jefe de Gobierno al analizar varias de las quejas recibidas, se trata de un tema que «tiene un alto nivel de sensibilidad para las personas, porque necesitan de esos productos que les envían». E insistió en acortar los plazos y explicarle a la población, con transparencia, cuáles son los términos establecidos en los contratos y cómo funcionan las transitarias, las cuales tienen el desafío de satisfacer la demanda de los destinatarios.

Durante la última etapa se realizó un trabajo intenso desde el punto de vista logístico y organizativo, y de ello habló Pablo Cuéllar González, director de Transportación de Carga del Ministerio de Transporte, quien explicó que, en 2022, la distribución de la paquetería internacional alcanzó una estabilidad, independientemente de las limitaciones que hemos afrontado en todas las esferas de la economía.

Al ser interrogado por las causas de los bultos que llevan más de 30 días sin llegar al cliente, refirió a destinatarios de equipajes no acompañantes que no han arribado al país, receptores fallecidos o fuera de provincia, errores en la documentación, datos ilegibles, entre otros factores.

No estamos satisfechos y persisten deficiencias, si bien trabajamos por entregar las mercancías lo antes posible, porque en muchos casos son recursos muy sensibles como medicamentos, aseo personal, alimentos…, dijo.

Tiene que existir transparencia

Con el fin de mejorar la trazabilidad de los paquetes, Marrero Cruz orientó a que el Ministerio de Transporte cree un sitio digital donde se brinde información actualizada sobre el movimiento de las transitarias y se expliquen los atrasos existentes.

«Que la gente en un celular pueda saber por dónde anda su paquete, si todavía está en origen, en un barco, o si ya está en La Habana pendiente de distribución. Tenemos que aspirar a eso; pero también las personas deben saber cuándo les enviaron sus paquetes, y cuándo corresponden sus entregas, según los dos contratos (del familiar que envía con la agencia en el exterior y el contrato que tiene esta última con la transitaria cubana)», precisó el Primer Ministro.

Reclamó, además, más eficiencia en los contratos de las entidades estatales con las micro, pequeñas y medianas empresas que distribuyen paquetes, en aras de establecer responsabilidades como resultado de esa vinculación. «Tenemos que hacer un buen contrato con ellas y exigirles su cumplimiento».

Igualmente, enfatizó en la necesidad de ser justos en la indemnización que reciben los clientes ante la pérdida de sus bultos, y llamó a evaluar el procedimiento que se utiliza para ello.

En ocasiones, explicó el Jefe de Gobierno, la paquetería puede ser objeto de determinados rangos de tardanza, a partir del agrupe de mercancías que hacen las agencias antes de efectuar el envío a nuestro país y, por tanto, la responsabilidad no es de las entidades nacionales. De hecho, un grupo importante de reclamaciones se concentra en bultos que no han llegado al territorio cubano.

Tiene que existir transparencia en todo el proceso, desde el origen hasta la entrega, y hay que depurar la responsabilidad de cada uno de los participantes, ya sean las agencias en el exterior, las transitarias, o los transportistas, insistió el Primer Ministro, quien hizo referencia a lo avanzado en pos de agilizar el proceso interno.

Los directivos de las empresas de paquetería ofrecieron una panorámica sobre cuánto se hace para distribuir con la mayor prontitud posible los envíos, así como sobre cuáles son las trabas que restan eficiencia y rapidez.

En tal sentido, algo quedó claro en la jornada y fue la reflexión del Primer Ministro de que el problema en las transitarias se resuelve «cuando la familia cubana recibe su paquete», y «mientras exista una sola insatisfacción tenemos que revisarnos».

(Tomado de Juventud Rebelde)

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