Con el sabor característico del verbo de Juanelo, un martiano de nombre Juan Eduardo Bernal Echemendía, poeta, investigador, profesor y presidente de la Filial Provincial de la Sociedad Cultural José Martí, en Sancti Spíritus, los delegados a la V Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, disfrutaron el estatuto del sujeto popular que fue el Apóstol de Cuba.
Con su modestia de estudioso vitalicio, de haber crecido “tan cerca de Martí”, Juanelo se acerca al hombre de pueblo, “al más grande ser humano que conozco”, afirma.
Muchas veces se piensa a Martí como el héroe, el luchador por la independencia y se desvirtúa su personalidad como el hombre que nació en un pueblo, en un hogar humilde, que vivió entre pueblos, dice.
Y a mí me atrae su personalidad como niño, como joven que estudió, enamoró, bailó (Martí fue buen bailador), cantó y otras muchas cosas como un mortal común.
Martí está conmigo, recurro a él y cuando creo que ya lo he leído todo, vuelvo y encuentro cosas nuevas, características, hechos y me apego a su estudio.
Juanelo conoció a Martí siendo muy niño, quizás dos o tres años, cuando su tío abuelo lo cargaba frente a un cuadro y le decía “ese es Martí”. Cuando no pudo cargarme, se sentaban juntos y era el joven quien le recordaba aquellas escenas que se repetían constantemente.
El presidente de la Filial Provincial de la Sociedad Cultural José Martí, en Sancti Spíritus reconoció los valores que tiene esta conferencia internacional, “porque nos acerca a personas que han estudiado profundamente la obra del Maestro, que defienden su pensamiento, y es extraordinario ver la dimensión que alcanza; si no vienen más personas es por los lógicos bloqueos que existen, pero tengo la convicción de que podría multiplicarse”, afirmó.
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