El colectivo de la entidad avileña conocida por la EPASE no cogió pase o un diez de descanso para despedir el 2022 con un exitoso nivel de gestión y entrarle con ganas de trabajar al 2023, poniéndose metas superiores en la asamblea de presentación del plan de la economía y el presupuesto para el presente año.
Múltiples son sus compromisos encaminados a generar ingresos superiores a los 111 millones de pesos y 11 millones de utilidades que deberán revertirse en beneficios salariales en el orden de los 8 mil pesos como promedio mensual para los 120 trabajadores que integran la plantilla de la Empresa Provincial de Aseguramiento y Servicios a la Educación, en Ciego de Ávila.
Más significativas que las cifras frías en papeles, son las acciones en caliente para darse respuesta ellos mismos a los planteamientos que hicieron recientemente.
Uno de los reclamos recibe rápida respuesta con la puesta en explotación de un organopónico, tarea seguida por los trámites iniciales para la tenencia de un módulo pecuario y la solicitud de tierras destinadas a cultivos varios, con vistas a potenciar su programa de autoabastecimiento.
Otra solución rueda por las carreteras gracias al apoyo de un ómnibus de la empresa en la transportación de estudiantes universitarios, de secundarias y politécnicos.
Disminuir gastos y multiplicar ingresos para aprovechar las bondades del Decreto Ley 53 sobre la flexibilización del sistema salarial, junto con la atención al trabajador, siguen siendo allí los resortes esenciales de la productividad y la eficiencia.
Por eso, los «epaseños», sin perder un día en asegurar los recursos para el proceso docente y la prestación de servicios constructivos a las instalaciones educativas, también se planifican tareas para un mejor 2023 en comunidades donde viven personas en condiciones de vulnerabilidad.