La UEB Torrefactora de Café «Reynerio Almaguer Paz» es de los centros holguineros que llegaron a este 25 de enero, Día del Trabajador de la Industria Alimentaria, con sus misiones cumplidas, aún en medio del complejo marco económico en el que se desenvuelve Cuba.
Rider Sánchez Hijuelos, director de la entidad, que aspira este año a obtener por séptima ocasión consecutiva la condición de Vanguardia Nacional, subraya que sus trabajadores iniciaron el año con la satisfacción de haber tenido un 2022 de récord productivo, que se manifestó en el procesamiento de tres mil 405 toneladas de café, más de 900 por encima del plan.
Ello se traduce en que, a pesar de las concebidas dificultades con la materia prima, la torrefactora logró procesar el café destinado a la canasta básica de Holguín y varios municipios de Granma y Las Tunas, además de contribuir con la producción y entrega de 50 toneladas a Santiago de Cuba y 28,3 a Camagüey.
Destaca Sánchez Hijuelos que «en algunos meses del año también tributamos para las provincias de La Habana, Ciego de Ávila y Cienfuegos. Esto lo logramos gracias al colectivo unido y experimentado que tenemos, conformado por 93 trabajadores, de los cuales más de 60 acumulan 25 años de trabajo ininterrumpido.
«También fue decisorio el trabajo desempeñado por los aniristas para solucionar las diferentes problemáticas tecnológicas que se presentaron, no pocas, debido a los niveles de explotación a que está sometido el equipamiento».
Ese espíritu laborioso continúa en el presente año, en el que ya se distribuyó todo el café de la canasta básica de enero, y en el que permanece el compromiso de, acorde con las posibilidades de recursos del país, trabajar siempre con agilidad para cumplir con los destinos de sus producciones, en el que la canasta básica tiene prioridad.
El café mesclado para la venta normada sigue con la pésima calidad que en los últimos 25 o 30 años lo ha caracterizado. En cuanto al valor del precio de una tasa de café decente los consumidores hemos visto con estupor como Islazul lo ha subido en sus instalaciones, al igual que Palamres en Las Tunas y nadie hace o dice nada. Al paso que vamos sin adoptar medidas verdaderamente eficientes para detener la inflación pronto seremos el Zimbabue caribeño. Pero lo bueno es que el salario se mantiene igual, es lo único que no aumentó.