La COVID-19, el proceso inflacionario y la crisis energética fueron durante los primeros meses del año 2022 los grandes adversarios contra los que se lidiaba en cada escenario, y ya pensábamos que era mucho. Nadie podía imaginar lo que sucedería en la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre, período en el que Ian azotó Pinar del Río.
A un contexto complejo se sumó la devastación. En todo momento, pese a la magnitud de los desafíos, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y sus sindicatos se mantuvieron en la primera línea de batalla, no solo en la conducción de procesos, sino como los mejores guerreros en cada trinchera.
Los colectivos
Resulta imposible resumir las labores que se gestaron desde cada colectivo para dar inicio a la recuperación. Con más de 100 mil viviendas dañadas en la provincia, en la mayoría de los centros de trabajo había damnificados, no obstante, a las pocas horas empezaron a incorporarse.
La atipicidad de las condiciones, lejos de ser una limitación, constituyó un acicate para fortalecer la vinculación de los dirigentes sindicales con la base y estuvieron en todos los espacios.
Primero el saneamiento y la contabilización de las pérdidas, seguido de habilitar espacios en los cuales preservar la vitalidad de los servicios indispensables a la población; en varias comunidades las casas que tenían condiciones acogieron bodegas, aulas, oficinas de trámites… o lo que hiciera falta.
También se borraron los límites entre sectores y se abrieron tiendas de materiales para la construcción, que las administra Comercio, en unidades de la Agricultura, Educación y hasta en una iglesia.
Los colectivos recuperaron planchas de zinc, restos de madera, beneficiaron mercancías y antes de que llegara algún recurso empezaron a resarcir daños; en ese sentido debe destacarse la labor de porcicultores, avicultores y ganaderos, que con la inmediatez de su accionar redujeron la pérdida de animales que se encontraban en las instalaciones.
Desde todos los sindicatos se organizaron jornadas de trabajo voluntario para contribuir a la recogida de desechos sólidos en las principales vías y carreteras de la provincia, la mayoría quedaron obstruidas con árboles y postes, asimismo apoyaron la recuperación en la agricultura urbana, por ser este el sistema productivo que podría en el menor tiempo tener disponibilidad de alimentos.
Los educadores volvieron a las aulas en apenas una semana; los gastronómicos en unas cuantas horas crearon condiciones para la elaboración de alimentos y el expendio de estos en las comunidades, mientras las instituciones de salud preservaron sus prestaciones a pesar de los severos daños que tuvieron los principales centros hospitalarios del territorio.
Intensas y extensas fueron las jornadas de los trabajadores de las empresas eléctricas y de las comunicaciones, apoyándose entre ellos para minimizar el tiempo de interrupciones. Ambas fuerzas recibieron la Bandera Proeza Laboral.
Una de las prioridades de la CTC fue el acompañamiento a las brigadas de otras provincias de distintos sectores que acudieron a contribuir con la recuperación, así lo destaca Rubén Lloga Sixto, secretario general de la organización en Pinar del Río.
Un poco más
Aunque por el impacto y magnitud la memoria sitúa a Ian como el principal recuerdo del 2022, durante el año el movimiento sindical acompañó procesos trascendentales como el Referendo del Código de las Familias y las elecciones municipales, en ambos los pinareños sobresalieron tanto en concurrencia como en calidad del voto.
Hacia lo interno de la CTC se avanzó en el completamiento de la plantilla, preparación de los dirigentes y sus reservas. En medio de estas adversidades se mantuvieron indicadores positivos en la recaudación de las finanzas y el funcionamiento.
No todo es color de rosa y queda mucho por hacer, como incrementar la afiliación de trabajadores no estatales, un segmento que crece en número y diversidad de actividades, y lograr una mayor incidencia en trasformar los escenarios productivos de las entidades que tienen pérdidas, entre otros retos y desafíos que la organización asume como prioridades para el año 2023.