La mayoría de los eurodiputados deben disfrutar ya las llamadas vacaciones de invierno, aunque algunos estarán muy preocupados por el escándalo descubierto que, hasta el momento llevó tras las rejas a una colega, la griega Eva Kaili y afecta a otras “ilustres” figuras del Parlamento Europeo.
La detenida está acusada por corrupción, blanqueo de capitales y participación en organización criminal y no pudo beneficiarse de la inmunidad parlamentaria, ni siquiera por ser una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo.
Fue presa a mediados de diciembre en su domicilio, donde los investigadores encontraron bolsas llenas con cientos de miles de euros. Junto con ella también resulto detenido su padre, Alexandos Kailis, cuando trataba de huir de un hotel, en Bruselas, con 600 mil euros en un maletín.
La eurodiputada fue destituida de todos sus cargos y del partido griego al que pertenecía y, aunque se declaró «inocente», la Justicia belga prorrogó su detención preventiva al menos un mes más.
Junto a ella también sigue detenido su pareja, Francesco Giorgi, un asistente parlamentario y consejero de la ONG Fight Impunity, dedicada a combatir la impunidad en las violaciones de los derechos humanos y cuya sede también fue registrada, según despachos de prensa.
Escándalo que no sorprende
Giorgi, quien confesó ser parte de lo que se ha calificado por la prensa como “Catargate”, señaló como cerebro de la trama al italiano Panzeri, socialdemócrata italiano y ex líder sindical, a quien se le ocupó 700 mil euros.
Pero además acusó a otros dos eurodiputados y al italiano Andrea Cozzolino, actual presidente de la Relaciones con el Magreb y al belga Mac Tarabella.
Hay más imputados y. según algunos medios locales, la lista parece que seguirá creciendo, con “ilustres” dirigentes de organizaciones locales y a nivel europeo.
Este escándalo sin precedentes sacude la Eurocámara, pero no sorprende a la ex eurodiputada portuguesa Ana Gomes. “Es cierto que representantes de países, de empresas o de ONGs quieren hablar con los diputados. Y hay interés de los diputados de hablar con ellos para informarse de las distintas posiciones cuando tienen que aprobar legislaciones.
“Pero otra cosa son los viajes. Una de las maneras para comprar a los eurodiputados era regalarles viajes y estadías. Nunca deberíamos aceptar invitaciones pagadas por otras entidades, en particular de empresas o países”, dijo la ex eurodiputada socialista.
Vertiginosa carrera política
Eva Kaili sigue en prisión. La ex presentadora de televisión, de 44 años, que llegó a ser eurodiputada y luego una de los 14 vicepresidentes del organismo europeo, pasó toda su carrera política en el Pasok.
En Grecia, sus bienes personales también fueron congelados por la Autoridad de Lucha contra el Blanqueo de Capitales: «cuentas bancarias, cajas fuertes, empresas y cualquier otro activo financiero», según el presidente de la Autoridad de Lucha contra el Blanqueo de Capitales, Haralambos Vourliotis, citado por un miembro de la misma organización.
La congelación de activos también afecta a miembros de la familia cercana de Kaili, como sus padres, según la misma fuente, citada por AFP.
En la Eurocámara la tensión es máxima, ante la amenaza de nuevos implicados en el escándalo, ya que crecen las dudas sobre la vinculación de otros europarlamentarios.
Se trata de un proceso en pleno desarrollo, difícil de ocultar a la opinión pública internacional y que niega lo planteado hace poco por el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien calificó a la UE como un “jardín” y al resto del planeta como una selva.
Ahora el jardín se estremece por este escándalo del que se conoce muy poco y pudiera traer mayores sorpresas en el nuevo año.
