Finalmente termina un año que será recordado por la humanidad por los acontecimientos que, en el escenario internacional, aún están en desarrollo y no solo afectan a los países involucrados sino a todas las naciones del planeta.
Se anunciaba por especialistas y expertos en diversas disciplinas que una vez concluida la epidemia del Covid nos enfrentaríamos a una crisis alimentaria y también económica.
Pero los pronósticos quedaron muy por debajo de algo que es más peligroso para los 8 mil millones de personas que habitamos este planeta; la amenaza real a la paz mundial.
El mundo se debate entre la tan necesaria paz para de poder sobrevivir o el peligro real de una guerra que finalmente destruya todo lo que la humanidad creó desde el inicio de los tiempos.
El mundo está cambiando, a pesar de los esfuerzos de un grupo de naciones empeñadas por frenar esa tendencia y mantenerse como dueños y señores de planeta.
El mundo es más que la UE y la OTAN
Gracias al poder de los medios masivos de comunicación actores mediocres se convierten en figuras internacionales, que se convierten en voceros de los poderosos, aunque para ello pongan en peligro la paz mundial.
Ya el mundo no es el mismo cuando se inició el año que ahora termina.
Y el mundo no es solo Europa Occidental. Los medios dan por sentado que “el mundo” apoya su política de sanciones, aunque los países que conforman la Unión Europea y la Alianza Atlántica no llegan al 20 por ciento de la población mundial, pero siguen con el estribillo de hablar en nombre del resto de los que habitamos este planeta.
Ese otro mundo corre el riesgo de ser el más afectado por las crisis anunciadas. Condenadas al hambre sus poblaciones no reciben la ayuda que pudiera mitigar sus necesidades, pero otros son los intereses de los países poderosos y de las organizaciones internacionales que supuestamente pudieran hacerlo.
Inicio del cambio a nivel mundial
Aunque traten de ocultarlo, los especialistas de diferentes tendencias políticas reconocen el inicio de un cambio que finalmente sustituirá al orden mundial en el que Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN imponen las reglas y sancionan a todo el que quiera violarlas.
Ya ni siquiera intentan reescribir la historia. Sencillamente la ignoran. Sus voceros, como uno de los líderes de la UE ven el espacio que ocupan sus miembros como “un jardín”, mientras que el resto de la población mundial vive en “la selva”.
Se habla de una posible guerra mundial y se exige a los miembros de la OTAN aumentar los gastos en defensa, ante el peligro de ser atacados. ¿Por quién?, Por lo rusos, sin mayores explicaciones.
Este invierno, algo tan natural como la lluvia o el viento, se convierte en una amenaza letal para todos lo que deben enfrentarse a las bajas temperaturas en buena parte de Europa..
Las sanciones de los Estados Unidos y la Unión Europea para acabar con la economía de la Federación Rusa tocan las puertas de cada una de esas naciones en forma de crisis energética, crisis alimentaria y crisis económica.
Como diría un vecino, el mundo está “patas arriba” y nadie es capaz de predecir lo que se nos viene encima.
El injusto orden establecido por un grupo de países, es cuestionado cada vez con más fuerza por naciones que unidas suman casi el 80 por ciento de la población mundial y que algunas se mantienen en pleno desarrollo.
El mundo no cambiará de pronto, pero la realidad demuestra que hay fuerzas poderosas capaces de terminar con el predominio de un grupo de países sobre el resto.
El año que termina, independientemente de los malos augurios, muestran los avances de esas fuerzas para cambiar el injusto orden internacional que aún predomina. Tiempo al tiempo.