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Iberoarte y la cuestionable decisión del jurado (+Fotos)

Por limitado que sea un concurso artístico; a cualquier nivel; integrar un jurado deviene gran responsabilidad ética, espiritual y estética, que aunque siempre se regirá por bases muchas veces subjetivas, tiene el poder de elegir, de influir en la vida de los creadores y estimularlos a continuar su carrera  —emergente o profesionalmente acreditada—; en tanto satisfacer e intervenir en  las preferencias del público.

De ahí la importancia de que estos jueces deban sostener su actuación bajo la premisa de hacer “justicia artística”. Para esto deben poseer sólidos criterios de evaluación que posibiliten medir las obras concursantes, tarea que debe de estar muy distanciada del gusto individual o afectivo. Cada criterio debe de sustentarse en convincentes argumentos y nunca sobre frías e inexactas apreciaciones que casi siempre se erigen sobre el “me gusta” y el “no me gusta.

Débiles equipos de tribunales conformados con el fin de “complacer” o “distinguir” a directivos o personas que muy poco tienen que ver con la expresión artística que evalúan, sobre las que apenas conocen o no poseen suficiente experiencia, laceran el veredicto final de una competencia, y ocasionan disgustos entre los artistas y los espectadores, como recientemente pudo observarse en la selección de la  muestra ganadora en las pasarelas de vestuarios de la XX edición de la Feria Internacional de Artesanía Iberoarte, realizada en Holguín bajo los auspicios del Fondo Cubano de Bienes Culturales.

Limitaciones de recursos económicos y materiales, impiden la conformación de jurados con prestigiosas personalidades provenientes de otras provincias, como La Habana, Matanzas y Villa Clara, con gran reconocimiento en los desfiles de modas, el diseño de vestuarios y los eventos relacionados con las artesanías artísticas. Se trata de creadores que, amén de sus probados conocimientos en cada expresión artística que se justiprecia,  garantizan que estos equipos estén suficientemente aptos para analizar y seleccionar el Gran Premio, así como los mejores stand, trabajos de orfebrería, confecciones textiles, muñequería, y obra del evento, respectivamente.

En este tipo de convocatoria, a la que asistieron creadores de Guatemala, Panamá, México, Colombia, Ecuador, Costa Rica, España, Chile, República Dominicana, Rusia y Holanda; además de los cubanos procedentes de La Habana, Las Tunas y Guantánamo; por su interés internacional demandaba que el número de jurados fuese de, por lo menos, cinco personas —y no tres—, en tanto la invitación general al certamen, fue escasamente divulgada entre los participantes y el público; gestión que no debió de obviarse cuando esta cita no se realizó durante dos años consecutivos debido a la proliferación de la pandemia de la Covid-19.

Vale subrayar que no es justo ni conveniente, para la buena salud del encuentro,  opinar sobre algo con insuficiente dominio, y menos aún infravalorarlo. Un miembro de jurado no es un consumidor común, por lo tanto, es imprescindible que su evaluación esté respaldada por fundados criterios. El arte no se puede tomar a la ligera y es necesario dedicar el tiempo y los recursos necesarios para elegir un jurado experto y profesional. Por supuesto, el  tribunal seleccionado para esta engorrosa tarea, debe ser plural y diverso, lo cual permitirá que los criterios se equilibren en beneficio de la justicia.

Durante la jornada de premiaciones de Iberoarte, en el Centro Cultural Bariay, parte del público y de la prensa expresaron sus desacuerdos con la adjudicación del lauro principal en Manifestaciones Textiles (Mejor Fashion Show) a la Colección Cubanía, de la creadora local María del Carmen Aguilera, quien durante tres años ha sido ganadora en este encuentro. Su propuesta de vestuarios estuvo recreada en las guayaberas y se acreditó —según el jurado— con este  reconocimiento  por la maestría en la ejecución de la técnica manual, la trascendencia y la complejidad de su mensaje.

 

Un lauro muy cuestionado en Iberoarte 2022: Mejor Fashion Show a la Colección Cubanía, de la creadora local María del Carmen Aguilera

 

Sin embargo, a no pocos sorprendió la Mención atribuida a las colecciones Mi Habana  —diseñada en homenaje al aniversario 503 de la capital—, con 12 piezas, y Son de Cuba, con 50, igualmente inspiradas en la prenda nacional,  perfiladas por el destacado diseñador y modelo Jordi leal, El Rey de las Guayaberas, para personalidades de diferentes sectores de la cultura, el deporte y la sociedad insular, presentación que fue acompañada con imágenes, en pantalla gigante, de Roberto Chile, Raúl Cañibano y Julio Larramend.

Para quienes hemos seguido de cerca la trayectoria artística de Leal, creador del proyecto Casa-museo de las guayaberas, en La Habana —próximo a inaugurarse como un espacio que tendrá como su principal propósito contribuir a fomentar el uso de este atavío, sobre todo entre las jóvenes generaciones—, bien conocemos de su interés por incentivar y trasmitir su pasión por la guayabera, prenda que distingue a la cultura cubana. En estos momentos él se encuentra realizando una gira por todas las provincias del país, empresa sin precedentes en la historia del diseño de vestuarios y el modelaje. Sus trabajos se caracterizan, en primerísimo lugar, por el cuidadoso respeto de los elementos propios que identifican a este atuendo, por muy originales que sean sus diseños.

El acta del jurado —integrado por figuras locales—, argumenta que la holguinera María del Carmen alcanzó el Premio en esta categoría por  la calidad en la selección de los tejidos; la eficacia del diseño, corte  y costura; el  apego a la temática seleccionada y la actualidad, creatividad, espectacularidad, escenografía y belleza de sus propuestas.

En los diseños de María del Carmen, Mejor Fashion Show por su Colección Cubanía, se utilizaron tejidos que nada tienen que ver con los que tradicionalmente se emplean para tal fin; algunos de estos con una inapropiada transparencia de las telas.

 

Evidentemente, los jueces de Iberoarte no se percataron de que en tales confecciones se utilizaron tejidos que nada tienen que ver con los que tradicionalmente se emplean para  tal fin; algunos de estos con una inapropiada transparencia de las telas, lo cual permitía que se apreciara la ropa interior de los modelos que exhibieron una vestimenta  Patrimonio Nacional. Tal vez, esa fue precisamente la intención del tribunal, al tratar de distinguir un “novedoso” tratamiento en esta colección, pero ante todo debieron tenerse en cuenta el respeto hacia un atributo distintivo de la historia y la cultura cubanas.

Los diseños de Jordi no solo sobresalen por la calidad de sus altas costuras, sino por el celoso respeto hacia la guayabera.

 

Jordi arribó a Holguín con una resonante acogida de los medios, en los que se resaltaron las  particularidades de sus diseños,  que no solo sobresalen por la calidad de sus altas costuras, sino por el celoso respeto hacia la guayabera, notable en la selección de los tejidos, como el lino, el hilo y el algodón. El propio comité de selección de los premios, argumentó que se le otorgaba Mención por la lujosa propuesta prestigiada por la obra de grandes personalidades de las artes plásticas; amén de la calidad y la creatividad de la idea artística.

Sobre este último aspecto, tal vez no se valoraron algunos detalles muy sobresalientes en los proyectos exhibidos por el joven habanero, en los que se observan variedad de tipos de cuellos, desde el clásico en piezas como las realizadas para El Príncipe de las Alturas, Javier Sotomayor, además de José Rubiera y Ciro Bianchi, entre otras similares en el desfile, hasta el cuello chino en el concebido para Flora Fong.

Tal vez no se valoraron algunos detalles muy sobresalientes en los proyectos exhibidos por el joven habanero.

 

Asimismo, durante la pasarela de este artífice, escogida para cerrar con “broche de Oro” el evento,  pudieron apreciarse  pluralidades en los tipos de bolsillos —visibles y ciegos—,  de mangas  —cortas, medias, tres cuartos, largas, hasta acampanadas, como la diseñada para de Zaida del Río—, cualidades sin precedentes en este tipo de atuendo, en el que también hay  diversidad de escotes —en el frente y en la espalda—,  bordados y deshilados; estudio que  igualmente incluye multiplicidad de calados, entre los que se destacan los bieses en los ruedos de las prendas abarcando las mangas.

El público y muchos de los colegas que asistieron  a la exhibición en Iberoarte, ofrecieron sus palmas y sus votos por las atractivas y novedosas concepciones de las guayaberas de Leal.

El público y muchos de los colegas que asistieron  a la exhibición en Iberoarte, ofrecieron sus palmas y sus votos por las atractivas y novedosas concepciones de las guayaberas de Leal,  las cuales, sin perder su autenticidad tradicional, comprendieron trabajos  hasta sin bolsillos,  como el que personalmente mostró este maestro del buen vestir, quien en su aún breve carrera artística ha realizado más de 20 colecciones de guayaberas distinguidas por su calidad y excelencia, así como más de un centenar de desfiles de modas, entre eventos nacionales e internacionales; en tanto su obra ha motivado que grandes maestros de la  fotografía, como Roberto Chile, Raúl Cañibano y Julio Larramendi, hayan expuesto imágenes —primer proyecto de este tipo en nuestro país— con sus creaciones pertenecientes a las colecciones Son de Cuba y Guayaberas América, en las que más de cien personalidades defienden sus piezas ilustradas por importantes artistas de las artes visuales,  algunos de ellos premios nacionales de Artes Plásticas.

 

En el evento,  pudieron apreciarse  pluralidades en los tipos de bolsillos,  mangas, escotes y calados, en las confecciones de El Rey de las Guyaberas.

 

La colega Mavel Ponce de León, de Radio Holguín, afirmó que la presentación de la colección Son de Cuba, de Jordi Leal, como colofón de Iberoarte 2022 “marcó un antes y un después en la ciudad.  En única oportunidad de ver una colección que ya forma parte de la historia del diseño y la prenda nacional en la Mayor de las Antillas”.

 

Son de Cuba, de Jordi Leal, como colofón de Iberoarte 2022, “marcó un antes y un después en la ciudad de Holguín”.

Las obras exhibidas en Holguín por este artífice, no habían sido   exhibidas, según él afirmó a la prensa local, “en otros sitios u eventos”, por lo que valoró su pasarela como un regalo muy especial para Iberoarte 2022.  Algunos jóvenes que disfrutaron sus creaciones igualmente expresaron sus deseos de “llevar las Guayaberas de Jordi”; mientras que para los modelos fue “un honor desfilar sus diseños”.

Las obras exhibidas en Holguín por este artífice, no habían sido  exhibidas con anterioridad en un evento como Iberoarte.

 

Para los modelos fue un honor desfilar con los diseños de Jordi Leal.

 

Pienso que el jurado de la XX edición de Iberoarte no valoró, con justeza y fundamento, la obra de este maestro de las confecciones textiles, quien actualmente trabaja en la próxima edición de un libro dedicado a la guayabera, volumen en el que colaboran los periodistas y premios nacionales de Periodismo José Martí, Ciro Bianchi y Gladys Egües; mientras, como proyectos futuros sobresalen la creación de una colección dirigida especialmente a las embarazadas y otra para los más chicos de casa que lleva por nombre Pequeños gigantes.

Jordi es creador, en el año 2013, del Proyecto de Modelaje JLeal, ubicado en el Centro Recreativo  El Castillito, en el Vedado capitalino, donde un equipo de profesionales y especialistas integra un programa erigido y liderado por este emprendedor diseñador de modas que se ha convertido en referente en la confección de una prenda de vestir que ha trascendido las fronteras insulares para ganar espacio y reconocimiento en diferentes regiones de Centroamérica, entre estas México, donde en ocasiones se ha disputado su origen en la región de Yucatán, además de Panamá y Colombia, entre otros.

Los primeros diseños realizados por este entusiasta artista consistían en vestidos tejidos y trajes  de baño, así como batas hechas con telas de algodón. Poco después comenzó a interesarse por la elaboración de las guayaberas, por las que siempre ha experimentado gran motivación  ya que se trata de uno de los atributos patrimoniales de la nación cubana.

Más que por la calidad de sus confecciones, él pone a consideración del público sus trabajos con detalles “más actualizados con estos tiempos, más contemporáneos, que sean del gusto y preferencia de quienes los porten, respetando los elementos que  identifican a esta vestimenta”, tal ha dicho.

 

Más que por la calidad de sus confecciones, el artista pone a consideración del público sus trabajos con detalles “más actualizados con estos tiempos”.

 

“Usar la guayabera es como llevar a Cuba en sí mismo”, afirma el reconocido diseñador, quien con su obra establece nexos entre el diseño de modas, los artistas de la plástica y los de diferentes expresiones del arte, como músicos, cantantes, bailarines, actores… así como con otras personalidades de las ciencias, el deporte, la salud pública, el periodismo, la educación…

 

Usar la guayabera es como llevar a Cuba en sí mismo”, afirma el reconocido creador.

 

Una idea de lo que pudiera representar su proyecto de Casa-museo, pudo apreciarse en el verano del año 2019 cuando llevó al Memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución, la muestra titulada Guayaberas JLeal. La imagen soñada, donde por vez primera puso a consideración del público más de 80 piezas, con el fin, dijo entonces al rotativo Granma, “de que las nuevas generaciones hagan suyo el uso de esta bella y cubanísima prenda de vestir, orgullo de todos los cubanos”. En esa ocasión asimismo exhibió parte de las confecciones que hasta ese momento había realizado para la colección Pequeños Gigantes, además de otra propuesta concebida bajo el título de Mi Habana, en evocación al medio  milenio  de la fundación de la capital.

Miembro del catálogo de la Agencia Artística de Artes Escénicas Actuar, Jordi ha incursionado en otros proyectos relacionados con el buen vestir de los cubanos, desde las cimientes de la tradición, el clima caribeño, la cultura e idiosincrasia de los insulares, con sugerentes vestiduras para todas las edades y géneros, pero especialmente pensadas para los jóvenes.

 

 

«El mejor premio ha sido el de los espectadores que ovacionaron mis creaciones», expresó el joven diseñador de modas.

 

No obstante, si bien muchos calificaron de “injusta” la decisión del jurado de Iberoarte, hay que tener en cuenta que en cualquier tipo de concurso suele prevalecer la subjetividad y siempre hay margen para cualquier lamentable equívoco; aunque nunca puede ignorarse que un tribunal profesional debe seleccionar las obras desde un punto de vista neutral y jamás debe de desestimar una obra si no es de su agrado o beneficiar a otra de su predilección. Luego de obtener Mención en la Feria Iberoamericana de Artesanía Iberoarte 2022, el artista dijo a la prensa: «El mejor premio ha sido el de los espectadores que ovacionaron mis creaciones».

Jordi prosigue su exitosa gira de oriente a occidente.

 

Mientras tanto, Jordi prosigue su exitosa gira de oriente a occidente, cosechando los lauros que el público —gran juez— le otorga en cada una de sus pasarelas.

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