Además de una peculiar geografía montañosa, abundante en belleza y delicias campestres, Sagua de Tánamo atesora un pedazo de historia patria que enorgullece a la provincia de Holguín.
Por estas fechas, cuando Cuba celebra el advenimiento de un año más del Triunfo Revolucionario, en Sagua la conmemoración tiene connotaciones especiales, porque allí se libró una de las últimas y más decisivas batallas del Ejército Rebelde contra el régimen batistiano.
La historia sagüera recoge orgullosa cómo a partir del 16 de diciembre de 1958, fuerzas conjuntas de las columnas 17 Abel Santamaría y 19 José Tey, del Segundo Frente Oriental Frank País, iniciaron el ataque al poblado, acción que constituyó una de las más trascendentes de la avanzada rebelde en el oriente.
Después de un sitio de cerca de 45 jornadas, la lucha rebelde por la liberación de la ciudad, que duró ocho días con sus noches, materializó el 24 de diciembre sus victoriosos resultados, a los que la población había contribuido con acciones dedicadas a suministrar alimentos, organizar puestos sanitarios, trasladar heridos y buscar medicamentos.
Comenzó así una nueva era para Sagua de Tánamo, que bajo la dirección revolucionaria se levantó de los estragos de la guerra y agregó a su cotidianidad los beneficios sociales y económicos de un gobierno de justicia.
Por eso, el pasado 17 de diciembre, cuando la población sagüera se congregó como cada año para conmemorar la simbólica fecha de su liberación, pudo hablarse de un municipio que en salud pública logró a lo largo del 2022 el ciento por ciento de cobertura en el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia y un apreciable crecimiento de las consultas en la atención primaria, que se tradujo en la mayor cifra de los últimos cinco años.
Asimismo se contabilizan como avances del territorio la recuperación de los diferentes servicios del Hospital Juan Paz Camejo, incluyendo la rehabilitación de su sala materna; la atención en materia de vivienda a 15 madres con más de tres hijos; la ampliación del círculo infantil «Los Rebelditos» y las tareas que en el resto de los frentes socioeconómicos se realizan de acuerdo con las políticas trazadas por la nación, entre ellas las de incrementar producciones agrícolas, que en las montañas tanameñas tienen su fuerte en el café, frutales y cultivos varios.
Sin embargo, las mayores evidencias del progreso alcanzado allí, a más de 130 kilómetros de la Ciudad de los Parques, pueden observarse al interior de los más intrincados poblados, por los cuales Sagua de Tánamo tiene bien ganado el sobrenombre de Capital del Plan Turquino en Holguín, denominación que simboliza una de las más nobles conquistas del gobierno cubano: la dignificación de los habitantes serranos.
De ello da fe Floirán Rigñak Flores, secretario de la Comisión Municipal del Plan Turquino en Sagua de Tánamo, quien subraya que de los 14 consejos populares del territorio, la mayoritaria suma de 11 se encuentran bajo el amparo del Programa Integral de Atención a las Regiones Montañosas, impulsado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz 35 años atrás.
Al decir del funcionario, la población de esos asentamientos, ascendente a más de 19 mil 700 personas, tiene garantizada una adecuada asistencia primaria de salud a través de una red de 41 consultorios y un sistema de interconsultas médicas que acercan servicios especializados a los distintos parajes montañosos.
Asimismo son resultados del Plan Turquino en Sagua de Tánamo la permanencia en cero de la mortalidad materna, la vitalidad del sistema educacional hasta en los más intrincados sitios y el desarrollo de acciones culturales y deportivas.
El territorio holguinero, aunque enfrascado como toda la nación en los enormes desafíos económicos del presente, tiene en sus montañas y en sus hombres la voluntad para continuar avanzando, como las columnas rebeldes que 64 años atrás decidieron embellecer su paisaje con la luz de la justicia social.
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