En esta recta final del año, los trabajadores del sistema electroenergético nacional están demostrando cómo se convierte en posible lo imposible, siguiendo el ejemplo de los colectivos laborales de los centros de ciencia y salud.
Cuando los adversarios reactivaron con mayor intensidad los intentos de desestabilizar el país en momentos de crisis por la pandemia y los apagones, los trabajadores apoyados por sus familiares han ido consiguiendo soluciones increíbles.
Los peligros de la enfermedad pulmonar no han desaparecido ni tampoco la generación eléctrica está estabilizada, por lo cual para lograr los objetivos del 2023 es necesario evitar un rebrote de altas proporciones y apoyar con el uso racional de la energía.
Mantener en ascenso las condiciones favorables del escenario de fin de año facilitará reducir gradualmente el déficit fiscal, poner límites a la inflación, lo cual repercute también en salud, educación, seguridad y asistencia social, cultura, deportes, así como en atender vulnerables e incrementar la producción de bienes y servicios.
En un contexto en el que los trabajadores y sus familiares han vivido:
Bajo un huracán de carencias y dificultades
Valora Díaz-Canel:
Decir que la economía transita por una compleja situación donde se combinan el recrudecimiento del bloqueo, los efectos de la pandemia y la inflación internacional, entre otros factores adversos, es lo cierto, lo innegable. Pero no resuelve. Lo que toca es buscar salidas, innovar y romper el cerco.
El Plan de la Economía también está respaldado por un Programa de Estabilización Macroeconómica sobre el cual el Presidente valora:
Ese Programa de Estabilización Macroeconómica requiere de la articulación y conciliación de objetivos de mediano plazo, con urgencias de corto plazo, para manejar adecuadamente los conflictos, particularmente aquellos con impactos distributivos y sociales.
Según sus diseñadores y otros expertos, un programa de este tipo no impulsa por sí solo el crecimiento económico, pero sí sienta las bases para que el resto de las políticas de carácter sectorial, como la transformación productiva o el desarrollo local, sean efectivas y cumplan sus objetivos.
No obstante, el también primer secretario del Comité Central del Partido aclara:
El 2023 debe ser un año mejor; pero lograrlo demanda más que un plan integral. Exige sacudir la inercia, desterrar el burocratismo, quitar más trabas y superar la autocomplacencia.
Y expresa:
Confío en el trabajo creativo e innovador de quienes deben responder por esas tareas en un tiempo que ya no se mide por el reloj, sino por las urgencias que provoca el desgaste tras una dura lucha de más de 60 años contra un cerco criminal e inaceptable.
En resumen: El próximo puede ser un año mejor, pero con trabajo, trabajando creativa e innovadoramente, y teniendo en cuenta que quien trabaja, y trabaja bien, hace revolución.
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