Los huertos, canteros y parcelas del programa de la Agricultura Urbana también fueron severamente diezmados por los vientos de Ian, pero si algo saben los pinareños por experiencia, es que en ese sistema de producción está la primera respuesta para la disponibilidad de alimentos.
En consecuencia, se apoya de forma voluntaria desde todos los sindicatos el proceso de recuperación, que requiere primero demoler, luego preparar y posteriormente sembrar; en estos momentos y cuando aún no han pasado tres meses del impacto del huracán sobre la provincia se alistaron más de 8 mil canteros en organopónicos.
Casi la totalidad ya fueron sembrados y una parte de ellos se encuentra en cosecha, lo que permite que las ensaladas vuelvan a la mesa, entre las hortalizas que con mayor prontitud están aptas para el consumo se encuentran la acelga, espinaca, lechuga y col, por sólo citar algunas.
A la par se impulsa la siembra en los campos, para no renunciar al propósito de terminar la campaña de frío con 45 mil hectáreas plantadas, de las cuales 16 mil 279 ya recibieron la simiente.
Igualmente se avanza en la reparación de la infraestructura, están recuperadas 84 naves de las 133 que fueron dañadas en la avicultura y 40 de las 70 dedicadas a la cría de cerdos que se averiaron; el compromiso en ambos casos es que al cierre de diciembre todas las instalaciones estén en condiciones de recibir a la masa.