Palco #12: La delgada línea de la justicia

En el descuento de la primera mitad Arabia Saudita perdía 0-1 con Polonia, a pesar de haber dominado con bastante superioridad.

Zielinski, a pase de Lewandowski, había reventado el arco de Alowais en la que fue, quizás, la única desatención defensiva de los saudíes.

Qué injusto es el fútbol a veces y para colmo, los polacos jugaban con once gracias a que, al parecer, no había nadie en el VAR cuando Cash golpeó la nuca de Al Berik con un codazo, mientras iban de cabeza a pelear un balón. Hubiera sido la segunda amarilla para el lateral polaco.

¿Podía ser el partido aún más cruel con Arabia Saudita? Al final la respuesta fue que sí. Y de eso se encargó Szczęsny, cuando detuvo el penal a Aldawsari y luego el contrarremate a quemarropa de Al Berik.

Éxtasis e incredulidad, las dos caras que mostraba el fútbol en ese momento, minutos antes de que acabara el primer tiempo.

Aldawsari no fue el mismo después del fallo, aunque no dejó de enseñar su calidad. Se combinó en el borde del área con sus compañeros y creó. La volvió a tener y otra vez se topó con Szczęsny. ¿Dónde estaba la justicia? ¿Acaso le cobraban a los halcones verdes su osadía ante Argentina o las burlas de su afición?

Parece que sí. Nada entraba y Polonia avisaba con balones al palo de Milik y Lewandowski. Hervé Renard no dejaba de arengar. A veces no daba crédito a las ocasiones desperdiciadas por los suyos.

Algunos carteles de aficionados saudíes preguntaban dónde estaba Lewandowski. Y que el busca encuentra. El 9 halló a su presa, le robó la pelota a Al Malki y definió de zurda, a placer, frente a Alowais. Su primer gol en Mundiales.

Se dejó caer bocabajo sobre el césped y sus compañeros lo arroparon. Al levantarse, se advertían algunas lágrimas en sus ojos. Al menos se hizo justicia con él ¿No?