Cada noche hay una propuesta diferente, tentadora, toda una reverencia al género nacido en esta tierra. Bien lo saben los enamorados, los que gustan de la bohemia, los que aman al Señor Bolero.
No puede existir mejor espacio para cobijar la descarga bolerística que el patio colonial del restaurante Don Antonio, en pleno Boulevard de la ciudad, con su fuente siempre en surtidor, el ambiente intimista, la coctelería y las picadas para complementar.
Canción, sentimiento, placer… se juntan en un ofrecimiento que desde hace un lustro llevan de la mano Turarte y Palmares Santiago para goce de clientes nacionales y extranjeros.
“De la mano del bolero es el nombre de esta propuesta que se pensó para los fines de semana”, comenta Tamara Blanco, productora general del patio del bolero.
“Los mejores exponentes del género en Santiago de Cuba -Joel Leyva, Marilis González Tony Rodón, Yaima Pérez , María Elena Tamayo, José Girón, entre otros muchos- saben que allí tienen puertas abiertas, con la ventaja de contar con un público sui géneris que no sólo es mero espectador pasivo sino que se integra, se suma, participa, tararea y también canta, lo mismos desde el asiento que en el escenario, fundido en tú a tú con los artistas”.
Es tan singular y dinámico lo que allí acontece cada noche que desde hace tiempo ya se realiza un concurso que estimula a los asiduos del lugar a cantar.
“Este año es la tercera edición de ese concurso que lleva por nombre Pacho Alonso, para honrar al compositor e intérprete santiaguero que tanta gloria dio al bolero y a otros géneros.
“Muy intencionadamente hemos hecho coincidir las rodas eliminatorias con la jornada de celebraciones por el sexto aniversario del Patio del Bolero que se cumplirá el próximo seis de diciembre”.
Junto con el certamen se prevén galas artísticas a la usanza de las más aplaudidas, entre ellas las dedicadas a Elena Burke y Fernando Álvarez, además de que se anuncian sorpresas por la ocasión.
Los encantados
Ada Guardiola se confiesa enamorada del Patio: “he ido a celebrar mi cumpleaños, a compartir con amigas, a pasar un rato en pareja, incluso, he ido sola, a deleitarme con lo que allí acontece en el orden artístico y gastronómico.
“De lujo el elenco artístico, de lujo el espectáculo, nada que señalar en tal orden salvo que se mantenga tanto enriquecimiento espiritual como el bolero como cómplice de las noches.
“En materia de cover y consumo de bebidas y alimentos sí podrían evaluarse ciertas cuestiones. Por ejemplo, yo que como clienta me siento fundadora del Patio lamento el que se haya elevado tanto el precio de la entrada, en un principio era gratis, luego comenzó a cobrarse y ya después del ordenamiento monetario hay que respirar profundo pues de lunes a jueves es125 pesos y los fines de semana 250.
“Pero bien, yo respiro profundo y sigo apostando por ir, por disfrutar, por vivir esa singular experiencia De la mano del bolero”.
Otro de los que se deja llevar por el género, que lo abraza y le agradece su crecimiento como artista es el joven Frank Ernesto González Góngora, quien llegó al Patio unos tres meses después de su apertura.
“Mi especialidad es la trompeta, no había incursionado nunca en el canto, iba y acompañaba a modo de descarga a mi esposa, Yaima Pérez, quien sí es cantante, y una buena noche me decidí a interpretar un bolero y zas, me agarró de la mano y del corazón para nunca más soltarme.
“A seis años casi de aquella primera vez agradezco al universo el estar allí, a muchísimos boleristas, como Zulema Iglesias, la ayuda profesional, a Tamara, la productora, las oportunidades y la confianza, y al público toda su deferencia, y cada uno de los aplausos”.
Seis años y sigue
Por estos días y noches el ajetreo sube de tono en el patio del restaurante Don Antonio, se realiza el casting del concurso, se alistan las noches temáticas de la jornada de cumpleaños, se sueña con cada presentación, se fragua el futuro de una propuesta que confirma los vínculos cultura-turismo en la provincia de Santiago de Cuba, esos que en el caso de Turarte y Palmares discurren de la mejor manera posible: De la mano del bolero.