Desde Villa Clara llegaron 34 hombres que respondieron al llamado de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) para levantar casas de cura de tabaco en Pinar del Río, donde más de 10 millares sucumbieron al embate de los vientos de Ian.
Habilitaron un local de la cooperativa 26 de julio en el municipio de San Juan y Martínez, y en condiciones rústicas crearon un espacio para el descanso tras las agotadoras jornadas.
Adrián Martín Torres, es uno de ellos, este joven carpintero, es maestro de obra, admite que tiene sobre sí la responsabilidad de que el trabajo quede bien y ejecutarlo con rapidez.
La brigada viajó con sus instrumentos de trabajo e insumos para la alimentación, el propósito es que la ayuda no implique gastos de recursos de la provincia; trajeron incluso un cocinero; la voluntad es permanecer hasta fin de año, cuando regresarán al terruño para pasar unos días con la familia y retornarán, para asegurar que cada hoja plantada pueda cosecharse y curarse adecuadamente.
Reconoce que nunca pensó conocer de esta forma el occidente del país, que los pinareños son muy agradecidos y han recibido un excelente trato; Carlos Alberto Esmelo García, tabacalero de la cooperativa 26 de Julio a quien le levantan la casa destruida por Ian afirma que los ha acogido como si fueran sus hijos, “¿usted sabe lo que es venir desde tan lejos a ayudar?”
Esa es la solidaridad que no se limita a expresiones y se torna acción en nuestros campos, hombres que con sus brazos hacen realidad la recuperación.