Como monstruo de múltiples cabezas se ha comportado la plaga de pillos, lúmpenes, corruptos y delincuentes que especulan a costa de la necesidad.
Cada vez que se han aplicado medidas para controlarlos, no se hacen esperar las señales de aprobación popular a las que de manera creciente se suman reclamos por la sistematicidad en el enfrentamiento.
Los propios integrantes de las lacras se han acostumbrado a detener sus fechorías hasta que al pasar unos días todo vuelva a la “normalidad” en la cual puedan continuar sus desmanes, y hasta reponerse de las pérdidas ocasionadas por las multas.
Por cierto, cuando les imponen esas sanciones abonan el monto, pero hasta burlonamente han dicho ante una concurrencia de clientes que quien ríe último ríe mejor, o que el banco pierde y se ríe, pues la multa realmente la pagan los próximos compradores, a quienes les aumentará el precio.
También se ha hecho habitual que ante una acción de control aplican el dicho: “Quieto en base”, tratan de deshacerse lo antes posible de los productos mal habidos a precios rebajados y paralizan transitoriamente la venta.
Esa plaga de malhechores también readecúa sus procedimientos, y ante la intensificación del enfrentamiento trasladan sus fechorías, con la mayor desfachatez, al escenario de las redes sociales.
Y aunque tienen porte y aspecto que denota haber olvidado hasta las clases de sexto grado, manejan bien las técnicas para deslizar frases que culpan al Estado del desabastecimiento que se causa cuando ellos ocultan los productos que venden.
En esta película en la que el malo siempre espera que las aguas tomen su nivel para volver a la carga con precios aún más abusivos, el pueblo no está dispuesto a continuar desempeñando el papel de víctima, y con las medidas recientemente adoptadas por el Gobierno espera que el filme no tenga otro desenlace que no sea el de vencer totalmente en la batalla.
Veamos algunos comentarios digitales y post en redes sociales. Este es de R. Brizuela Roque:
Chang amigo, te pregunto por tus años, no por viejo sino por sabio: ¿la forma que se ha comenzado a enfrentar el problemas es el adecuado? ¿Esos «operativos» han tenido continuidad y resultado? ¿Se abarca acaso todo el universo comprometido?, es que a veces da la impresión que se usa red de malla amplia, caen los pejes pequeños, pero los grandes se atoran y permanecen.
La respuesta a esa pregunta, la ofrece armando amieva:
La ofensiva es correcta siempre y cuando perdure y se mantenga en el tiempo y no se convierta en una nueva campaña que pasado unos días pierde su eficiencia y sentido de justeza y de rectificar lo que hemos dejado crecer como la mala hierba. El combate, claro que debe ser a todos los niveles y con todos los actores.
Para nadie es un secreto que la mayoria de los articulos que se venden a sobreprecio previenen de entidades estatales, almacenes vinculados a alguna cadena de tiendas o alguna emppresa estatal, donde existen responsables de proteger los recursos del estado en beneficio del pueblo.
Esta bien combatir al revendedor, al colero, al carretillero que pone precios indiscriminados a sus productos, pero nadie menciona el tema de formacion de precios, de márgenes responsables de ganancias vs enriquecimiento desmedido sin tomar en cuenta quién se perjudica con ello, empresas que estan obteniendo ganancias aumentando precios, sin tener en cuenta mejorar en la eficiencia economica, el ahorro de recursos y portadores energeticos, en fin que el enfrentamiento tiene que contar con todos y participar todos.
El control popular es importante, pero no podemos mandar a las personas a enfrentar sin un respaldo de las autoridades competentes pues tampoco es un secreto el incremento de la agresividad de algunos que se consideran impunes ante la ley.
Para finalizar, tambien considero clave en este enfrentamiento el accionar de los órganos de control financiero e impositivo. Muchos de los que aumentan precios, no aumentan automaticamente sus aportes como establecen las normas de la ONAT, hablando de los que poseen licencias para determinados negocios. Otros, de los cuales lamentablemente no tenemos datos precisos, ni poseen licencia y actúan en completa impunidad, lo cual no puede continuar permitiendose si realmente aspiramos a ser el estado de derecho, por los humildes y conlos humildes que edificamos. Gracias.
En resumen: El clamor popular es que el enfrentamiento sea permanente, o de lo contrario no habrá control.
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