El bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba es una política anacrónica, cruel e ilegal, así como el principal obstáculo para el desarrollo de la isla, afirmó hoy el académico y ensayista francés Salim Lamrani.
El doctor en Estudios Ibero y Latinoamericanos de la Universidad parisina de La Sorbona reaccionó mediante un artículo ante la reciente adopción en la Asamblea General de la ONU de una resolución –la trigésima aprobada desde 1992 sobre el tema- para demandar el fin del cerco impuesto por Washington a la nación antillana, al que también consideró contrario a los derechos humanos.
Las medidas coercitivas unilaterales del bloqueo violan los derechos fundamentales de los cubanos, tienen un grave impacto sobre su bienestar físico y moral y afectan a las personas más vulnerables, advirtió.
Lamrani destacó la contundencia del reclamo realizado por la comunidad internacional el 3 de noviembre, expresado en el voto a favor de la resolución de 185 países miembro de la ONU, y el aislado sufragio en contra de Estados Unidos y su aliado Israel.
Para el experto en las relaciones entre Washington y La Habana, la hostilidad del vecino del norte responde a su incapacidad de reconocer la independencia de Cuba y de aceptar el hecho de que escogiera su propio sistema político y modelo socio-económico.
A juicio del profesor de la Universidad de La Réunion, el gobierno estadounidense debería terminar su bloqueo y acogerse a la idea de que solo un diálogo respetuoso y enmarcado en el apego a la igualdad soberana, la reciprocidad y la no injerencia, permitirá resolver el asimétrico conflicto bilateral.
De acuerdo con el académico francés, lo ocurrido en la Asamblea General de la ONU ratifica que el planeta no acepta la retórica diplomática para justificar el bloqueo, un discurso que ha evolucionado en el tiempo.
La nacionalización de propiedades estadounidenses, la alianza con la Unión Soviética, el apoyo a los movimientos revolucionarios e independentistas por el mundo y la cuestión de la democracia y los derechos humanos han sido esgrimidos, sin que Washington impida la condena universal, manifestó.
Lamrani en su artículo recordó además el malestar que genera el alcance extraterritorial de la política de Washington, materializado por las leyes Torricelli (1992) y Helms-Burton (1996), dirigidas a acentuar la asfixia económica y a buscar el aislamiento de la mayor de las Antillas.
Asimismo, mencionó el reforzamiento del bloqueo aplicado a Cuba durante la administración de Donald Trump (2017-2021) con el menos 240 medidas, unas 50 de ellas dictadas en plena pandemia de la Covid-19, las cuales privaron a la isla de recursos clave para combatirla. (PL)