Por Joel García
Pinar del Río.— Nelson Fuentes Perera es de hablar rápido, siempre parece activado con la 220 y usa la expresión más común entre los pinareños ante cada pregunta que le hace recordar historias vividas en su profesión de liniero: “Alabao…, periodista”.
Nos conocimos cuando salía con su carro a arreglar una de las tantas averías ocurridas en el territorio vueltabajero tras el paso del huracán Ian. “Voy para 17 o 18 años en la Empresa Eléctrica. ¿Que cuántos ciclones he visto? Alabao…, desde el Lili e Isidore para acá todos, incluidos tornados, y ayuda técnica en Villa Clara, Santiago de Cuba, Camagüey y La Habana”.
Nelson maneja y no deja de contarnos. “Lo más difícil ahora es que estuvimos trabajando muchos días para poner la corriente y en nuestras casas no había luz porque se cayeron muchos postes. Pero eso va mejorando porque ya se calentó la línea de 33 KB, lo cual quiere decir que se le dio corriente a esa línea”.
Le interrogo por sus inicios en este mundo de cables, electricidad y transformadores. “No sabía ni qué era la Empresa Eléctrica. Pero un día vi una brigada trabajando cerca de la casa y pregunté si había plazas. Me dijeron que sí, pasé cursos de preparación y de ahí para acá no he parado. Esto es mi vida”.
Vuelvo a la carga con los días del ciclón Ian y la familia. “Alabao…, esa noche madrugada estaba en la casa con mis tres niños y esposa. Fue terrible. Sufrimos afectaciones, me llevó casi todo el techo de la casa y se mojó todo, incluso los colchones. Al salir el sol, organicé un poco y pa’l trabajo”.
Aunque no quiere que ninguno de sus hijos siga su camino encima de un poste o desafiando el peligro que siempre entraña este trabajo: “Que cumplan con la patria en otras labores”, señala y aclara acto seguido que nunca ha sufrido un accidente porque toma las medidas establecidas y alguna de más, por si acaso.
Pero por mucho que conversa, este liniero eléctrico especializado y jefe de brigada no habla de las dos medallas que posee: Ñico López y Jesús Menéndez. “Nosotros hacemos cualquier trabajo, montar transformadores, cambiamos postes, tiramos líneas. Todo el trabajo nuestro es lindo, pero complejo. A las brigadas de otras provincias las queremos como hermanas. Los eléctricos de Santiago, Pinar, La Habana o de Guantánamo somos uno”.
Nelson llega al lugar de la avería. Mientras parquea el carro que maneja cuenta que le han propuesto irse para Etecsa con mejores condiciones económicas incluso, “pero qué va, lo que me gusta es la electricidad. Alabao.. periodista, es más difícil una entrevista que dar luz…”. Y lo dejamos hacer entonces su trabajo.