Todo puede tener una solución si los asuntos se valoran con cohesión e iniciativas. Esa es quizás la conclusión más profunda que dejó el Pleno del Comité Nacional del Sindicato de Trabajadores de Industrias, efectuado en Villa Clara.
Digo esto porque se demostró que donde existen estas dos condiciones el trabajo avanza a pesar de las innumerables y complejas dificultades que enfrenta el sector, entre ellas la inestabilidad en la entrada de materias primas, la falta de piezas de repuesto e insumos; lo que limita la continuidad de las producciones, la insuficiente asignación de combustible, dificultades con la disponibilidad del transporte, bajo aseguramiento de los medios de protección, problemas con la distribución de utilidades, el empleo y el salario…
Visto así pudiera parecer un catálogo de calamidades y que no existen soluciones para un sector prioritario de la economía cubana. En cambio el Pleno evidenció que cuando «se ala parejo» se encuentran alternativas sobre todo porque existen condiciones, pues las medidas aprobadas para desarrollar la empresa estatal socialista dan posibilidades para avanzar.
La Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (INPUD), la Electriquímica de Sagua la Grande y la Empresa de Producciones Varias de Villa Clara son ejemplo de ello.
La INPUD logra con producciones secundarias y soluciones internas tener ingresos que dan protección salarial, evita las interrupciones laborales, pusieron en práctica la reubicación a partir de las posibilidades creadas dentro de la entidad y han realizado efectivos encadenamientos productivos con los nuevos actores económicos.
En la Electroquímica se hacen producciones alternativas y los innovadores tienen un papel preponderante que da vitalidad a la parte antigua de esta industria. Por su parte la empresa de producciones varias mantiene un seguimiento particular a los trabajadores discapacitados para garantizar empleo y el salario a este sensible personal.
Y esto no es por arte de magia, sino a partir de aplicar las medidas aprobadas para desarrollar la empresa estatal socialista, entre ellas el encadenamiento productivo con los nuevos actores económicos, la implementación de varias resoluciones, una adecuada planificación, en particular la distribución de utilidades, como lo hizo la INPUD que logró destinar diferentes montos para salario, vivienda, estimulación sindical , capacitación e inversiones.
Es palpable que donde se han aplicado dichas normas y regulaciones a partir del ingenio creador, las iniciativas y la unidad de factores, se aprecian avances, pero es necesario pensar más y hacerlas viables, tal como se pronunció Blas Suárez, de Santiago de Cuba, intervención que contó con el apoyo de Antonio Silverio, funcionario del Comité Central del Partido y Yaquelin Baños, secretaria general del SNTI.
A propósito del amplio debate suscitado sobre este tema Eloy Álvarez Martínez , ministro del ramo, recalcó en la idea de valorar los asuntos de conjunto entre la administración y el sindicato. En tal sentido realizó precisiones medulares para continuar la labor de forma unida:
«Es una prioridad no tener trabajadores interruptos, para ello es imprescindible identificar las demandas, vincularse con los gobiernos de los territorios, establecer convenios con entidades exportadoras, así como con las universidades, usar el reciclaje y enfrentar las ilegalidades y conductas corruptas».
La reunión trató otros temas con énfasis como la labor de los innovadores y racionalizadores y las dificultades con la afiliación de los nuevos actores económicos, aspectos en los que insistió Ismael Drullet, miembro del secretariado nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
Las provincias de Artemisa, Mayabeque, Holguín y Guantánamo fueron estimuladas por la labor sindical y en los asistentes quedó la convicción de que la industria cubana puede avanzar, con unidad e iniciativas, a partir de implementar las medidas aprobadas para desarrollar la empresa estatal socialista.