Selección: Arturo Chang
Plantea que una gestión inadecuada ocasiona fallas como la carencia de un plan de capacitación, de programas de medidas para minimizar riesgos identificados y falta de respaldo de financiamiento, entre otros problemas.
En su criterio es común no ver dinero destinado a la SST en los presupuestos anuales de los organismos, lo que se justifica con la falta de recursos pero si se revisa bien no hay un estudio previo que soporte tal justificación.
Agrega que la otra cara de la moneda es la responsabilidad del sindicato, con el cual hay que consultar, controlar y evaluar cómo se gestiona un trabajo seguro, y manifiesta que la organización sindical no está preparada suficientemente desde los niveles superiores. Ejemplifica de manera crítica que el asunto no se aborda en las reuniones sindicales, ni se analiza el plan de medidas para la prevención ni el presupuesto, como tampoco se incluye en el plan de temas a tratar en los consejos de dirección.
Considera que también se perdió la inspección estatal, que con gran responsabilidad exigía y pedía cuentas. Acota que en los años ochenta esta era impecable en Villa Clara y los inspectores eran respetados por las administraciones.
Por último expresa que debe pensarse cómo concebir la seguridad y salud en el trabajo del siglo XXI con una dirección y sección sindical que se preocupen más por los trabajadores.