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La unidad es el desafío del siglo para Panamá

Una de las agrupaciones latinoamericanas participante en el XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros (Eipco) que desde el pasado 27 de octubre ha estado sesionando en La Habana, es el Partido del Pueblo de Panamá (PPP), cuya historia comenzó a escribirse a sangre y fuego en 1930.

Como parte de esa delegación llegó a Cuba la trabajadora social y profesora universitaria Dalys Batista Pérez. Interrogada por Trabajadores acerca de los desafíos actuales de los sindicatos panameños, la responsable del Departamento de Mujeres del PPP sostuvo que su país “acaba de vivir unas de las expresiones de protesta más grande de la vida republicana”.

 

Foto José Raúl Rodríguez Robleda

 

En ese contexto, “nos sentamos en una mesa de diálogo, construimos una alianza nacional democrática, donde el consenso fue dar un paso en aras de la unidad del movimiento social panameño. Tenemos que crecer en ese camino y sacudirnos de vicios liberales, tener una identidad como panameños responsables de un nuevo país. Ese es desafío del siglo para Panamá, en un momento en que toda nuestra América enfrenta grandes retos”.

“Con el nacimiento de la República y la construcción del canal de Panamá, la clase trabajadora comenzó a tomar conciencia del valor estratégico de nuestro territorio como cintura más angosta que une el norte y el sur de las Américas. Desde entonces esa fuerza comenzó a organizarse. La lucha ha dejado grandes mártires como Rodolfo Aguilar Delgado, vinculado precisamente a la defensa de los derechos de los trabajadores».

Aguilar Delgado destacó por su firmeza dentro del movimiento sindical panameño. Militó en el PPP y fue asesinado por la Guardia Nacional en 1963 tras liderar el enfrentamiento a la transnacional estadounidense Chiriqui Land Company, filial de la United Fruit Company (UFCO), que desde finales del siglo XIX ejerció el llamado “poder real” en Centroamérica.

“La clase trabajadora se ha convertido en un pilar histórico de ese proyecto alternativo donde todos podamos cumplir nuestro rol de ciudadanos, participar, colaborar, cogobernar democráticamente un país que tiene un potencial enorme”, aseguró Batista Pérez, también profesora titular de la universidad de Panamá, por eso hay grandes expectativas con respecto a la unidad y a la alianza en torno a un proyecto nacional”.

“El desarrollo es un proceso de acumulación, que también necesita de la autocrítica, donde la inteligencia humana logre identificar las debilidades, obstáculos y limitaciones. Nuestra clase trabajadora está en ese proceso autocrítico y primero debe entender y tomar conciencia que somos el producto de una sociedad capitalista que nos ha educado. Solo después de eso podremos construir una nueva cultura de la participación”.

Para Dalys “la autocrítica es un pilar para edificar un movimiento social panameño unido, liderado por la clase trabajadora”.

“Este domingo, por ejemplo, serán las elecciones en Brasil. Para nosotros Lula no es sólo el brasilero, es la opción de avance de Latinoamérica, como también lo son (Gustavo) Petro en Colombia, Daniel Ortega en Nicaragua, y el querido Comandante Nicolás Maduro, en Venezuela”.

“Estamos en una nueva época, donde el sujeto revolucionario está creciendo, se fortalece y camina hacia la unidad”, concluyó.

Foto José Raúl Rodríguez Robleda
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